17 dic 2014

Mauricio Garcés, el Zorro inmortal

“Chiquitita, yo soy como el tiempo,
una vez que me pierdes, jamás me recuperarás”
¡Qué razón tenías Mauricio! Por desgracia no hay manera de recuperarte. ¿Qué habrá que no se haya dicho de Mauricio Garcés? Seguro no mucho, pero tal vez les pasa como a mí; el toparme con la imagen de Mauricio Garcés siempre me provoca una sonrisa, cualquier momento es bueno para recordarlo, porque inevitablemente será un momento agradable.

Este año nuestro amado “Zorro Plateado” estaría cumpliendo 89 años, ya que llegó a este mundo un 16 de diciembre del año 1926 en tierras Tamaulipecas, hijo de padres libaneses bajo el nombre de Mauricio Férez Yásbek.

“No soy un imposible, el que persevera alcanza”

Pocas cosas le resultaron imposibles y alcanzó el éxito que lo volvió inmortal. Su historia, como la de muchos actores mexicanos, está llena de altos y bajos, más no quiero hablar sólo de su legado como actor, que dicho sea de paso, es muy respetable. Casi 70 películas tiene en su haber, y aunque que no todas le dieron los resultados que esperaba, y no todas giraron en torno a la imagen que tenemos de él; se dice que histriónicamente sus mejores trabajos fueron en el género dramático, más que en el género de comedia.

Entonces, si no fue su trabajo actoral lo que lo convirtió en un leyenda, ¿qué fue lo convirtió a Mauricio Garcés en uno de los actores mexicanos más reconocidos a nivel mundial?  ¿Qué es lo que lo equipara con Pedro Infante? ¡Y sin necesidad de cantar!

“Si de ganado fino se trata, más vale ser cuatrero perseguido, que ganadero cornudo”

Teniendo como base frases como esta, yo podría decir que su éxito radica en su encantadora personalidad, su fino descaro y el haber dado un nuevo significado a la palabra: galán. Lo contradictorio de todo esto es que precisamente esa fue su mejor actuación; mucho han hablado sus familiares y amigos cercanos sobre lo opuesto que era el verdadero Mauricio a esa imagen. Detrás de la bata de raso, su gazné, su mirada seductora y  la pose de gigoló maduro con cigarro y copa en la mano, había una persona sumamente tímida y retraída, en extremo respetuosa. Sabiendo esto me pregunto: ¿no se estará menospreciando su trabajo como actor de comedia?

En varias publicaciones se menciona que Mauricio Garcés formó su nombre artístico inspirado en famosos galanes del cine como Carl Gable, Gary Cooper y Cary Grant, aunque él mismo  desmintió esto en algún momento, por lo que no hay manera de saber si esto es cierto o no. De lo que sí estamos seguros es  que ese toque mágico que lo volvió inolvidable le pertenecía sólo a él. “Soy simpático la primera vez que se me trata, la segunda vez soy sencillamente delicioso”, o sea, ¿cómo no rendirse ante esto?

En su hablar, más que en su porte o en su nombre radica su encanto, sus frases lo han mantenido vigente al día de hoy. Sus seguidores en las redes sociales, en su mayoría jóvenes que no vivieron esa época del cine mexicano,  han creado una filosofía basada en el principio: “Debe ser terrible tenerme y después perderme”.

Su esencia es ahora parte de la cultura mexicana, su “look” llegó para imponerse y se mantiene, no por nada los galanes de sienes plateadas son tan cotizados. Su vestimenta impecable, llamativa pero de buen gusto, sus expresiones faciales, desde la ceja levantada, los besitos al aire y el guiño con la nariz. La imagen del metrosexual en su versión vintage está más de moda que nunca.

“Yo no soy presumido; ¿Pero de qué sirve mi humilde opinión contra la de los espejos?”

¿Presumido? No, para nada, sólo fiel a su entorno, siempre a tono con el glamour, Sócrates su fiel mayordomo y confidente era como la cereza en el pastel en aquella escenografía de casa de millonario despreocupado. Nunca se habló de algún trabajo, ni de la procedencia de su riqueza, pero pareciera que nació con ella. Se convirtió en un hombre muy  atractivo para las mujeres y en un ídolo para los hombres, con todo y que nunca pudo consumar con ninguna de sus conquistas, siempre era un placer verlo en plena "cacería".

"Sólo hay dos tipos de mujeres... las que quieren conmigo y las que no me conocen!".

Las “Suertudas” que lo conocimos sabemos que era una delicia verlo coquetear con las despampanantes mujeres que protagonizaron sus películas, como Ana Luisa Peluffo, Zulma Faiad, Irma Lozano, Claudia Islas, Lorena y Tere Velázquez por mencionar algunas. Diminutos bikinis y caras inocentes lo hacían parecer un consagrado Casanova de primer mundo, un verdadero zorro. A pesar de esto, y vaya que le pesó porque fue el comienzo de su descenso, nunca aceptó hacer películas de cabaret o con exceso de diálogos en doble sentido como las que proliferaron en los años setentas, Mauricio consideraba a estas películas una ofensa para el público, sus películas podían tener chicas en poca ropa pero nunca tuvieron escenas de sexo explícito.

“¿Que eres una muchacha decente? No te preocupes.
Yo ese defecto te lo corrijo rápidamente”


 “Mi misión en esta vida es tener a las mujeres contentas,  si todavía no llego contigo, es porque no me ha dado tiempo, pero no desesperes hay muchas en la fila”

Cínico y encantador, no había manera de no adorarlo, su mundo era un mundo aparte en donde todos querían estar. ¡Qué gran vida de fantasía! Y que tan alejada de la realidad.

 “No importa el tiempo, tarde o temprano, todas caen...”

Casi todas cayeron, en su faceta de galán por excelencia, se dice que sólo Germán Valdés “Tin Tan” abrazó y besó a más mujeres que él en la cinematografía mexicana. Sin embargo, en la fría realidad se habla de su complejo de Edipo, de ese amor y preocupación desmedida por su madre a quien llevó a vivir consigo después de la muerte de su padre. Nunca se apartó de ella, nunca se casó y nunca tuvo hijos, estos puntos son los que cimentan los rumores de su homosexualidad,  sin que hasta la fecha exista dato confirmado.

“¿Casado? No, yo soy original.”

“Es bueno saber que soy el pensamiento incómodo de algunos maridos”

Y sí, ¿qué marido no se pondría a temblar con este hombre circulando cerca de su esposa? Era el terror de los cornudos como él los llamaba, el proyectar esa seguridad llevó a su público a aceptar  sin chistar el hecho de ser el primer actor en México en vestirse y actuar como homosexual. La aceptación que tuvo del público fue tal que "Modisto de Señoras" es, según las estadísticas, su película más vista, la que la mayoría proclaman como la favorita de todo su repertorio.

“Claro que quiero ser el hombre de tus sueños....
pero para eso, ya duérmete mamacita”

En definitiva las mujeres no le quitaban el sueño, ellas no fueron la perdición de este trompudo hermoso, pero su ludopatía y su adicción al tabaco le arrebataron lo que las mujeres no pudieron, desde su fortuna hasta su salud, y finalmente la vida. Las carreras de caballos se llevaron por piernas casi el total del fruto de su trabajo y los estragos del  cigarro le impidieron seguir actuando. Sin voz y pagando el tratamiento médico que lo tuvo en vilo en la última década de su vida, su luz se fue menguando hasta que se apagó un 27 de febrero de 1989.

"La besuqueada iniciará en 5 minutos, tú decides si te vas o te quedas"

Mauricio se fue. Se fue alejado de su inmortal imagen de playboy, sin bata de raso, sin gazné y sin pose de gigoló. No hubo marquesinas brillosas, ni mayordomo fiel, en cambio hubo amigos que pudieron pagar una modesta tumba en el Panteón Francés de la Piedad en la ciudad de México en donde descansan sus restos.

“O me quedo y me tienes, o me voy y me pierdes”

"El Zorro Plateado" ya no está, pero la verdad es que nunca lo perdimos. Dejó un gran legado para los que nos quedamos y para las generaciones que vendrán; ojalá pronto se haga un rescate de sus películas, se remastericen y vuelvan  a tomar su lugar en la pantalla grande para hacer honor al hombre que nos robó el corazón con su descaro, a ese al que todavía nos gustaría que nos dijera al pasar… ¡Arrooooooz!





4 comentarios:

  1. muy buena, todo un héroe del sueño mexicano

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  2. Yo creo que fué la versión masculina y mexicana de Mae West en el cine. En su vida personal no hay que rascar, ese fué asunto solo de él. ¡¡Las traigo muertas, grrrrr!!

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    1. Nunca se me había ocurrido compararlo con ella, pero si, tal vez tengas razón. Saludos!

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