Conciencia y ganas de hacer cine
Para aquellos a quienes
nos gusta el cine alternativo los periodos vacacionales son devastadores,
porque no hay nada que valga la pena. Tal vez en el verano esperamos con ansias
los Blockbusters de nuestros gustos
culposos, pero las vacaciones de primavera
(Semana Santa por acá) solo llega lo que no califica a entrar en la
gloria del calendario veraniego.
Como es costumbre por
estas tierras las buenas opciones en una
sala de cine duran un par de días y se van. Así que les voy a hablar de una película
que seguro ya no van a encontrar en cartelera, pero que podrán buscar en línea
o durante algún festival. Su nombre es ‘Dégradé’, la cual, haciendo gala del
mal tino para darle un nombre en español
titularon: ‘Trece mujeres desesperadas’. Una cinta franco-palestina, primer
largometraje de los hermanos gemelos Ahmed y Mohammed Abu Nasser, apodados
Tarzan y Arab, quienes son cineastas autodidactas en su natal Palestina. Este
par de muchachos barbados y peludos de 29 años, no han pisado un cine en su
vida, ya que las salas de cine en la Franja de Gaza cerraron un año antes de su
nacimiento. Su pasión por el Séptimo Arte es herencia de su padre, y llegó a
tal grado de inspirarlos a crear sus propios posters de películas imaginarias
en donde ellos ocupaban todos los créditos.
Bien, pues eso sigue sin
cambiar mucho, ya que Tarzan y Arab dirigen, escriben y actúan (al menos uno de
ellos) en esta cinta. La historia se desarrolla en el interior de un salón de
belleza en donde se encuentran trece mujeres, todas ellas muy distintas entre
sí. Unas jóvenes, unas viejas, unas más modernas que otras, más o menos
religiosas y de credos diferentes. Las cosas se complican cuando comienza un
enfrentamiento armado justo a las puertas del salón de belleza y ellas quedan
atrapadas en un espacio minúsculo en el sopor del verano.
Esta cinta se estrenó en
el 2015 en la selección de la Semana de la Crítica en Cannes, en donde tuvo la
oportunidad de llamar la atención del mundo cinematográfico, más por la historia
de vida de estos jóvenes cineastas imposibilitados para viajar al extranjero, ya
sea para estudiar cine o para asistir a
eventos y premiaciones, que por la película misma. Ya que con todas las limitantes que Tarzan y
Arab se toparon en su camino, lograron fraguar el cortometraje que fue su carta
de presentación: ‘Condom Lead’, consiguieron la exhibición en Londres de sus posters de
películas ficticias y filmaron su primer largometraje en un set de Jordania financiados por Francia y
Qatar. La intención de estos muchachos es forjar una visión alternativa del Medio Oriente, han
creado un programa llamado “Made in Palestina Project” que promueve el arte audiovisual en un país en
donde está prohibido el cine.
‘Dégradé’ señala con el
dedo el hecho de que esas mujeres tratan de aferrarse a llevar una vida con
normalidad mientras la guerra pasa por sus ventanas. La tensión se siente en el
ambiente mucho antes de que comiencen los balazos. Los hermanos Nasser abusan
de los primeros planos para transmitir esa sensación de claustrofobia y calor. La
absurda presencia de un león como origen de un conflicto, trata de dar sentido
a algo que no lo tiene: la guerra.
Aunque la cinta no
termina de convencer, tal vez porque nos resulta imposible creer que una
realidad así existe, o porque la sentimos sobreactuada y sin una buena
resolución del conflicto al final. Sin embargo, tiene muchos factores a favor,
el principal (creo yo) es que las protagonistas son mujeres, y son expuestas
desde un punto en que parece que la vanidad es superior a todo, porque
aferrarse a la belleza física o al simple momento de placer personal que
significa ser atendida en un salón de belleza es suficiente para sobrellevar tanta
tragedia.
Los hombres están ahí,
casi no los vemos, pero es evidente que están peleando allá afuera, es obvio que están en casa esperando porque la
mujer llegue y les pueda servir de cenar, o están preparando los golpes que les
van a dar a su llegada. Hay otros que esperan llegue su mujer con el hijo recién nacido o aguardan en plena boda a la novia que se rehúsa
a perder su cabello como le ordena su
suegra.
Entonces, ‘Dégradé’
significa la convergencia de varios puntos de conflicto. No hace falta saber
mucho sobre la situación en la Franja de Gaza para poder trazar algunos de
ellos y trasladarlos todos al interior de ese santuario de la belleza. Algunas
otras convergencias se darán mirando la situación a través de los ojos de las
mujeres, para finalmente hacerse nudo con la directriz masculina.
Una película que, si usted es capaz de superar el sopor del caótico
encierro, le hace una invitación a reflexionar, por un lado sobre esa humanidad
extraña y en apariencia tan ajena a nosotros que se juega la vida todos los
días en el Medio Oriente, y por el otro, a tener la certeza que cuando se
quiere hacer cine, se hace, y no se anda
con lloriqueos.
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