20 abr 2015

Laurence Anyways

Laurence Anyways
Xavier Dolan
 
Laurence Alia (Melvil Poupaud) es escritor y profesor de literatura, tiene una relación con  Fred Belair (Suzanne Clement) en la que todo parece ir de maravilla, más que amantes son los mejores amigos y confidentes, se aman y saben que son el uno para el otro hasta que Laurence confiesa a Fred que tiene un problema, hay una mujer habitando en su cuerpo, no es homosexual pero no está hecho para ser hombre y está decidido a cambiar de sexo. El amor entre los dos es enorme, pero esta decisión los llevará por diez años a debatirse entre permanecer juntos a pesar de todo o a quedar atrapados en la intolerancia junto con todos los demás.

“Sobre aviso no hay engaño” y Dolan lo advierte: vamos a ser testigos y espectadores de una historia de dolor e incomprensión. Una mujer en el cuerpo de un hombre.
Ya había comentado antes que me tocó conocer el trabajo de Xavier Dolan de atrás para adelante, vi primero su 4ª y 5ª película y la verdad es que pensaba que Mommy era lo mejor de lo mejor, y lo es, no es que piense que dejó de ser maravillosa, pero desde el momento en que comencé a ver Laurence Anyways no podía más que sonreír, sí, sonreír; casi podría decir orgullosa por ser testigo de la madurez de este jovencito. Tres películas necesitó este hombre  (el muchachito ya quedó atrás) para alcanzar la madurez como director, después de Laurence Dolan puede hacer lo que le dé la gana, es más si decidiera dirigir Rápidos y furiosos 12 no me la perdería.

Sí, estoy exagerando ya sé, pero es para que no quepa duda de lo que ésta película en particular significa para Dolan, independientemente de los premios que recibió, me da la impresión que se ganó para siempre el respeto y el reconocimiento a su talento, es decir, no es casualidad, no es suerte de principiante, es el comienzo de una larga historia de triunfos.

“Busco a una persona que hable mi lenguaje y lo entienda, una persona que sin ser un paria cuestione no sólo los derechos y el valor de los marginados, sino también de la gente que reclama (exige) ser normal…”. Así habla Laurence a sus alumnos citando a Proust.

Tal vez resulta repetitivo decir que Dolan dirige, actúa, escribe y produce sus películas, aunque en esta ocasión sólo lo vimos como extra así de pasadita, pero Dolan también edita y diseña el vestuario y participa con la musicalización de la película. Son estos detalles los que particularmente saltan a la vista en los 168 minutos que dura la cinta.

El estilo visual es impactante, está llena de escenas que te roban el aliento por su belleza e intensidad, quisiera dar el crédito a cada una pero la nota resultaría eterna, así que si se trata de escoger me voy por la de llegada a la Isla Negra en donde les llueve ropa de colores, o tal vez la de Fred leyendo los poemas de Laurence en el sillón de su casa, o cuando llega a su casa desecho y lo recibe su madre, claro que también está la escena de la fiesta…¡No puedo decidirme por una!

La música pudo haber sido nominada a mejor actriz, como fue el caso de Suzanne Clément, porque la mitad de la película gira en torno a ella, una década musical en donde interviene The Cure, Depeche Mode, Celine Dione, Duran Duran, alternando con Beethoven, Brahms y  la música electrónica de  Moderat. Eduardo Noya Schreus y Ashley Long, más conocidos como NOIA fueron los encargados de la composición de la música original de la cinta. Más que escenas podemos decir que Laurence Anyways está ensamblada por videoclips y maquillada en los tonos chillantes y escandalosos de los 90’s.

La ausencia de Xavier Dolan en la actuación se compensa con su mayor participación en otras áreas que vinieron a enaltecer el rol de sus protagonistas, los dos con actuaciones maravillosas, pero las palmas se las doy a Suzanne. Así como he visto la evolución de Dolan, he visto la de los actores que trabajan con él, porque pareciera que trabaja con su familia, Suzanne Clement me ganó con su personaje en Mommy en un rol en donde prácticamente no decía nada, salvo lo que expresaba con su mirada, en esta ocasión Clement se desborda y nos lleva a todos con ella entre su amor y su frustración.

Monia Chokri hace de Stéfie Belair, hermana de Fred en un excelente papel. Me dio mucha risa ver a Antoine-Olivier Pilon, quien más adelante sería el protagonista de Mommy, y su sorprendente parecido con el clan de los Culkin, ahora entiendo su relación con las escenas que Dolan incluye en esa película.

En resumen: sumamente complacida, contenta y maravillada, así salí después de casi tres horas de película, más que una denuncia a la intolerancia, es una historia de amor, más que la narración de una transformación es un grito de libertad que tomó una década para ser escuchado.

Con Laurence Anyways completo el ciclo de este director y estoy más que ansiosa por ver su próxima película The Death and Life of John F. Donovan que se estrenará en 2016 en donde Dolan entra al mundo de Hollywood de la mano de Kathy Bates, Susan Sarandon, Jessica Chastain y Kit Harington (El juego de Tronos). Espero que Dolan se mantenga estoico ante Hollywood y que Hollywood sobreviva a Dolan.









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