Nicolás Echeverría
Más que un documental sobre
el arte Wixárika, Eco de la Montaña es un documental de protesta, es un
esfuerzo más que se suma a la lucha por rescatar los territorios sagrados de la
destrucción por la construcción de minas que devastarán todo a su paso en su
proceso de extracción. Esta devastación no sólo incluirá a los paisajes,
manantiales, flora y fauna del lugar sino que también significaría la
destrucción de sitio sagrado por excelencia del pueblo Wixárica (Huichol).
El protagonista es Santos de la Torre un gran artista del arte Wixárika que vive a la sombra de cualquier reconocimiento, así que esta película también reconoce su extraordinario trabajo, ya que no sólo plasma en él las artesanías típicas de su gente sino que hace el reflejo del códice que da el guion para esta película.
Nicolás Echeverría descubre un mural de chaquira que se encuentra en la estación del metro a la salida del Museo de Louvre, en París, Francia. Este mural es un regalo del pueblo de México a Francia, fue entregado por el Presidente Ernesto Zedillo al Presidente Chirac en el año de 1997. Santos de la Torre es el autor de esta obra de arte, por la cual no recibió reconocimiento alguno, no fue él quien instaló este mural, que por cierto está mal puesto según dice el propio Santos, no fue invitado a esta ceremonia de entrega y el costo del mismo no le fue pagado en su totalidad. La suma de todos estos hechos motivó a Echeverría a encontrar a tan menospreciado artista y al encontrarlo descubre, como descubrirán ustedes, a un hombre modesto y muy simpático, con una gran misión en la vida, que nada tiene que ver con el reconocimiento artístico que su mismo país le ha negado, sino con mantener con vida la ruta sagrada.
Echeverría acompaña con sus cámaras a Santos en su peregrinar a Wirikuta (Lugar Sagrado) en donde por medio de un ritual pedirá a los dioses su autorización para realizar otro mural. La peregrinación por la Sierra Madre Occidental recorrerá la Ruta del Peyote por los estados de Zacatecas, Jalisco, San Luis Potosí y Nayarit, 620 kilómetros están a punto de desaparecer a menos que la UNESCO logre su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad. La Ruta del Peyote es desde 1988 parte de la red mundial de Sitos Sagrados Naturales de la UNESCO y desde 1994 fue declarado Área Natural Protegida por el gobierno local, pero a pesar de esto se siguen otorgando concesiones a compañías mineras extrajeras en ese lugar.
Durante el peregrinar de Santos de la Torre y su familia seremos testigos de los rituales que harán para pedir permiso de imprimir en su arte la cosmología huichola sobre la creación del universo (Nierika) representando a sus dioses. Ofrendas y sacrificios serán necesarios, así como la presencia de un Chaman o Marakame (el que sabe) para dar interpretación a la voluntad de los dioses.
Santos habla del poder de
los dioses, del poder que su mural puede transmitir para lograr salvar sus
territorios sagrados. Las manos de su pueblo se han dedicado con toda su fe a
la elaboración de este bellísimo mural que dará muestra de una cultura
maravillosa, que a pesar de sus limitaciones y la explotación a la que se ha
visto sujeta, mantiene viva la esperanza de la supervivencia de sus ancestros.
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