20 jun 2014

El Mejor Postor vs Joven y Bella


En un día dedicado al cine, ahora sí que “no era mi intención" pero  pasó. No es la primera vez que salgo de ver una película para entrar a otra, en esta ocasión fue un gran error, demasiado que digerir para una sola tarde. Después de salir de ver El Mejor Postor (Italiana), le sigo con Joven y Bella (francesa). Muy aclamadas películas, una más que la otra, que en mi humilde opinión yo pondría más recomendable la italiana que la francesa, lo cual me coloca en el sentido opuesto de los mejores críticos de cine.

El Mejor Postor

Giuseppe Tornatore regresa a presentar un desfile de emociones retratadas de una manera tan bella y detallada, como sólo él puede hacerlo. De su propiedad la dirección y el guión, y parece que de su propiedad también es  Ennio Morricone porque vuelve a hacer mancuerna con él para embellecerla aún más.

Protagonizada por Geoffrey Rush, que dicho sea de paso, está genial en su personaje, Donald Sutherland, Jim Sturgess y Sylvia Hoeks quienes mezclan el drama y el romance con uno toques de problemas psicológicos como es el  trastorno obsesivo compulsivo y la agorafobia (fobia a los espacios abiertos).

La historia gira en torno a Virgil Oldman (Rush), un anticuario de mucho prestigio, con un olfato increíble para reconocer obras de arte originales de las imitaciones, así tal cual, parece que las huele, desgraciadamente ese talento no lo tiene con las personas de las cuales se mantiene en extremo alejado, se declara incapaz de entender la psique femenina, no me puedo imaginar ¿por qué? Su severo trastorno obsesivo compulsivo lo mantiene encerrado en solitario en su mundo perfecto de belleza, arte, buen gusto y pulcritud. Hasta que se topa con una misteriosa mujer (Hoeks) aquejada de agorafobia que insiste en que él avalúe sus posesiones. Como bien dice el refrán “La curiosidad mató al gato”, es la curiosidad lo que lleva a Oldman a aceptar a un cliente que sencillamente lo desquicia, por estar tan lejos y tan cerca de sus propios trastornos.

La película ha sido criticada como predecible, y si, en efecto, yo misma me sorprendí diciendo: ¡va a pasar esto! un par de veces, pero creo que es necesario ser muy observador para acertar a lo que viene. Lo que no evita que te atrape en la trama. Tornatore es muy bueno para hacer transmitir las emociones y en mi caso fue capaz de llevarme del asiento O-11 al privado altar de las obsesiones del viejo Oldman.

Bella y aterradora fue mi conclusión final. Que inestables pueden ser las relaciones humanas y cuanta paciencia puede tener la maldad. ¿Sorprendida? No, identificada solamente.

Yo le doy mi voto de “no se la pierda” porque aunque no tiene la belleza clásica de Tornatore es muy buena.

Joven y Bella

Ahora, en la otra esquina tenemos al francés François Ozon quien también ya tiene su muy bien ganada fama y que ahora presenta Joven y Bella para la cual escogió muy bien a Marine Vacth para el papel principal, no solamente porque literalmente es joven y bella sino que se desenvuelve muy bien en el personaje.

Cuando de cine europeo se trata, sabemos que explicaciones no vamos a tener muchas, hacen un retrato fiel de lo que es y así lo proyectan, como si las palabras sobraran y en este caso a mí me hicieron falta muchas. Tenía la imperante necesidad de una justificación de la conducta de una adolescente, osea, algo que no existe. Seguramente para los franceses pudiera ser obvio porque su postura ante el tema puede ser muy abierta, pero yo vi a la mamá de Isabelle interpretada por  Géraldine Pailhas proyectando la misma frustración que yo. Demandando ese ¿por qué?

La película es  testimonio del despertar de una adolescente a la sexualidad y aunque por ahí hay un par de personajes, adolescentes también,  que se encargan de retratarlo de una manera más universal, sufriendo por las grandes expectativas y las escuetas realidades, incapaces de controlar las emociones Isabelle/Lea sigue impasible y distante de cualquier reacción, no se encuentra la causa que la lleva a vivir una doble vida. Estudiante de literatura en la mañana, prostituta por la tarde y niña de familia por las noches,  todo en el periodo de las cuatro estaciones del año. De un verano a otro su apatía se presenta en todas sus facetas, parece que el único capaz de sacarla un poco de eso es su hermano menor con el que lleva una relación que no he terminado de digerir, pero que es el único que logra ponerle expresión a su cara.

El poema  Aventura de  Rimbaud es lo que queda como única respuesta de la película. Supongo que esa es la intención, porque la película se llega a hacer larga esperando una explicación.

Estás enamorado. Alquilado hasta agosto.
Estás enamorado. Se ríe de tus versos
Tus amigos se van, estás insoportable.
-¡Y una tarde, tu encanto, se digna, ya, escribirte...!

Y esa tarde... te vuelves al café luminoso,
pides de nuevo jarras llenas de limonadas...
-Con diecisiete años no puedes ser formal,
cuando los tilos verdes coronan la alameda.
Fragmento IV



No me atrevo a tacharla de mala porque no lo es, realmente esto es sólo una reflexión personal, las actuaciones son muy buenas, de hecho muy buenos actores parecen sobrados en la película. La belleza de Marine se volverá el ícono de la película, etérea, angelical, distante. Esa belleza y la música de Philippe Rombi es lo que hace a la película algo muy lejano  de la vulgaridad. Así que si quiere saber quién ese esa a la que llaman la próxima Catherine Deneuve, tendrá que ir a ver a Joven y Bella.




No hay comentarios:

Publicar un comentario