Y si de decencia se trata
Eterna
guardiana de tu castidad, porque ¿qué le vas a contar tú? Si cuando tú vas ella
ya viene, así que ni creas que la engañas, si en la frente puede leerte las
malas intenciones; lo cual nunca será peor que si te agarran en la movida.
Seguramente
en esta sección me voy a quedar corta, porque en mi casa solo fuimos mujeres,
no tuvimos hermano para enterarnos y bueno, es bien sabido que los hombres son
más… más… mmmmm ¿cómo les diré? Son más “afectos” a estos menesteres o al menos
les ha tocado que los cachen más veces, y no digo con la novia sino con ellos
mismos.
De
lo que sí puedo hablar es de esa famosa monserga de andar cuidando “la
florecita” ¡ay! pero sí parece que fuera la gran cosa, bien puedes traer a tú
mamá cual periquito en el hombro con aquello del echar a perder tu vida, y
¿sabes qué es lo peor? ¡Que somos tercas!
¡Cuando
tú vas yo vengo!
¿A
quién le dan pan que llore?
¡El
hombre llega hasta donde la mujer quiere!
¡Ay
m’ijita no vayas a echar a perder tu vida por una calentura!
¡Nomás
que andes de “culis prontis”!
¡No
vayas a salir con tu domingo siete!
¡No
te sabes limpiar la cola y ya quieres andar de novia!
¡Te
vas a quedar ciego!
¡Te
van a salir pelos en la mano!
¡Niño
déjese ahí!
¡No
andes de ofrecida!
¡Por
eso tienes la cara llena de granos!
¿No
te da pena?
¿Y
con esos desfiguros vas a la calle?
¿Te
quieres casar?
Cuando
los pollitos quieren dejar el nido, cuando el cordón umbilical ya no da pa’
más, cuando amenazas en dejarla por otra (o), hará lo imposible por retenerte
lo más posible, por hacerte ver que “esta” es “tu” casa, ¿y dónde puede estar
uno mejor que en “su” casa?
Creo
que hasta el día de hoy no me ha tocado saber de alguna madre que brinque de
contento porque te casas y mucho menos si el que se casa es “su hijito
precioso”, con las mujeres tal vez y si agarraron “buen partido” puede que le
dé gusto.
No
sé si es por experiencia propia, o por aquello de no querer cortarnos el
cordón, pero en su mayoría, ellas siempre nos pedirán, en su muy particular
manera de pedir las cosas, que lo pensemos bien. Y más te vale que te quieras
casar por las razones apropiadas, porque para “calentura” nada más, pues en un
ratito te la baja y si es porque “te tienes que casar” te hará pensar que no
tendrá consuelo nunca, aunque el consuelo no tardará más de 9 meses en llegar.
¡Estas
embarazada!
¡Pero
si no sabes ni freír un huevo, no me digas que te quieres casar!
¡No
te puedes mantener tu solo, ¿cómo quieres mantener a alguien más?!
¿Con
esa (e)?
¡Pero
si estás muy chiquito!
¿Y
dónde van a vivir?
¿A
dónde vas que más valgas?
¡El
casado casa quiere!
¡Piénsatelo
bien, que una vez salida la mercancía no se aceptan devoluciones!
¡Hasta
que! Ya se me hacía que no salías
¡Estás
loco!
Misceláneos
¡En
su salud lo hallarán!
¡El
que se quedó se quedó!
¡Pues
si no hay más remedio!
¿Estás
sordo o qué?
¿Todo
eso te vas a comer?
¿Si
yo lo encuentro qué te hago?
¿Ya
llevas suéter?
¡Cierra
la boca y come!
¡No
soy tu recadera!
¡Es
la última vez!
¡A
la una, a las dos y a las....!
¡Eso
es de tu hermano, tú come otra cosa!
¿Por
qué compraste tanto pan? ¡Ahora a ver quién se lo come!
¿Por
qué compraste tan poquito pan? ¡No nada más eres tú!
¿Va
a ser cuando tú quieras o cuando yo diga?
¡Ahora
los patos les tiran a las escopetas!
¿Tú
qué me vas a venir a enseñar a mí?
¡Con
ustedes no se puede!
¡De
veras contigo!
¡Qué
razón tenía mi Madre!
¡Qué
razón tenía mi madre! ¿Ya caíste en esa cuenta? Será seguramente porque ahora
eres poseedor de alguna salvaje e indomable cría.
Sería
presunción decir que hasta aquí llegaron las frases, porque seguramente me
faltan muchas por poner y por clasificar, pero digamos que siempre habrá
espacio en la memoria para agregar muchas frases más; así que siéntete en
confianza de agregar las tuyas y nutrir esta recopilación.
“Honor
a quien honor merece” y aunque esto no lo parece pues no es más que un
homenaje, a quien nos dio la vida y no se conformó con eso, sino que tuvo a
bien enderezarnos y llevarnos por el camino del bien, a palazos de repente pero
bueno, la intención es la que cuenta.
Juro
por mi madre que no hubo daño irreversible, que no necesité terapia para
superar esto, porque ¿quién querría superar lo mejor de su vida? Aunque no lo
creas hay quien puede sentirse menos por no haber vivido cosas así, habrá quien
la nostalgia lo ataque al extrañar estas amorosas frases, porque puede haber de
todo en ellas, pero por difícil que sea creerlo siempre fue el amor el que las
motivó y las motivará a seguir de una generación a otra.
Cuando la civilización no te sea suficiente,
si la paciencia se agota y el niño no entiende, si la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos se hace de la vista gorda y la psicología no pasa de ser una
simple ciencia, siempre encontrarás en las palabras de tu madre una para
cualquier cosa que necesites. Con decirte que existe una que puede abarcar
todas las demás, la considerada la frase de frases, la que no hay manera de
ignorar.
¡PORQUE
SOY TU MADRE!
(¡Atrévete
a rebatir esto…yo no!)
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