El Gran Hotel Budapest
Tal parece que el
cine me regresó a mi mundo color de rosa, ayer hablando de la crudeza de
Polisse y hoy embelesada con la belleza de El Gran Hotel Budapest de Wes
Anderson. La película ya tiene en su haber el Gran Premio del Jurado en la última edición
del Festival de Berlín, El Gran Hotel Budapest literalmente dibuja a todo color
la historia de un legendario “concierge” M. Gustave (Ralph Fiennes) en un hotel
europeo en los años 30´s y de su
amistad con un joven empleado Zero (Tony Revolori) que llega a ser su hombre de confianza.
Parece que la
película está filmada dentro de una casa de muñecas, o en forma de un pastel de fondant, casi
podría lamer la pantalla, nada raro en mí, porque se veía deliciosa. El joven
texano Anderson hace un batido de humor, romance, persecuciones y personajes
extraordinarios, no sólo por su capacidad histriónica, sino por la
caracterización. Al que sea capaz de identificar a Owen Wilson a la primera le
doy un premio.
Esos cambios de
escenarios del rojo intenso al rosa pastel azucarado la hacen aberrante y sutil
a la vez. Soy totalmente ignorante de las técnicas cinematográficas que se
requieren para hacer esto, pero me da la
impresión de ser impecable. Es una fusión de la nostalgia del cine de los años
30´s con el impacto visual de las películas de culto. Como una película muda
inyectada de colores sobrenaturales. La música es divina también.
Las actuaciones
brillantes, Fiennes está totalmente enfundado en el personaje y al joven
Revolori seguramente le lloverán ofertas después de esto. Dicen que Anderson
filma con su familia, porque los actores que participan en sus películas son
repetitivos, pero se transforman tanto que parece que es la primera vez que los
ves.
Norton, Murray, Brody, Jeff Goldblum todos geniales, Tilda
Swinton ¡camleónica como nunca! Y mi adorado Willem Dafoe es uno de mis
villanos favoritos. La que me robó el corazón fue Saoirse Ronan con el lunar de
México en su mejilla, en serio que me hizo brincar al verlo, he buscado la
razón de ese lunar, pero parece que el director no ha dado una explicación al
respecto, él dice: “No lo sé, solo lo escribí”.
Estoy segura que
muchas cosas buenas le esperan a esta película y Anderson ya se merece más que
nominaciones. Así que si te quieres endulzar el día, no te pierdas esta
película, mucho se menciona sobre el ritmo “raro” en que filma el director y
que no es una película para las masas, yo simplemente pienso que es imposible
que a alguien no pueda gustarle.
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