"Día Mundial del Libro
y del Derecho de Autor"
y del Derecho de Autor"
El día 23 de abril fue elegido como Día Internacional del Libro. La fecha se escogió porque coincide con el fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega en el año 1616. La cosa es que Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23, mientras que Shakespeare murió el 23 de abril del calendario juliano, que corresponde al 3 de mayo del calendario gregoriano. En esta fecha también fallecieron William Wordsworth (en 1850) y Josep Pla (en 1981). Ahora hasta le quieren agregar sentido a la muerte de Gabriel García Márquez por la proximidad de la fecha, pero bueno, el caso es que no hace falta un pretexto para asignarle un día a algo tan valioso como un libro.
Es inevitable
sacar cuentas y buscarle el lado oscuro a esta celebración en un país como
México, así que en los titulares de los periódicos para éste día nos llama más la atención las estadísticas sobre lo que NO leemos que la motivación para
leer. No sé qué es lo que me molesta más, si ver estás estadísticas o darme
cuenta de lo importante que resulta para algunos el hacernos ver lo poco que
leemos y la molestia que se toman en sacar todos estos índices:
El
5% del PIB es la aportación que hace la industria del libro en México.
8.391
MDP invirtieron los mexicanos en libros en el 2013 sin mucha variación para el 2014.
En Jalisco el 26% de la población ha leído al menos un libro en el último año.
Bla, bla, bla…
Los mexicanos no
leemos, eso es un hecho y punto. Lo importante, creo yo, es ¿cómo podemos hacer
que esto cambie? Yo puedo advertir un pequeño cambio en el medio en el que me
rodeo, sobre todo con los jóvenes y con las amas de casa. Ya son varios los
libros que están rompiendo record de ventas en México, ya hay pre-ventas, ya
existe la palabra “agotado” en las librerías, pero tal parece que las personas
que se molestan en sacar las estadísticas antes mencionadas, se dedican también
a criticar el tipo de lectura que se vende.
Ahora sí que ¡hay
niveles! Pero para subir de nivel hay
que aprender a desarrollar el gusto y creo que la relación cine-libro está
funcionando de maravilla. Hay grandes textos llevados a la pantalla grande y
hay infinidad de pobres textos llevados a la pantalla, pero la gente quiere
saber qué pasa, la gente ya busca los libros y por malos que estos pudieran ser,
el hecho es que ¡están leyendo! Yo sé que existen libros que debería de ser pecado publicarlos, porque son malos y sin sentido, son un insulto al árbol que les dio vida, pero confío en que más de alguno enderecerá su camino de lectura.
Sin perder el
meollo del asunto, que es LEER, sí puedo asegurar que al día de hoy en
México se está leyendo más, desconozco las estadísticas de hace 30 o 50 años,
pero soy consciente de las generaciones de hoy. Yo descubrí el placer de la
lectura en la adolescencia por conducto de un amigo, y fue precisamente con un libro llevado a la pantalla: Gringo Viejo de Carlos Fuentes. En casa nunca se me
fomentó este hábito, a la fecha soy reconocida como alguien que lee, cuando la
verdad es que no leo gran cosa comparado con lo que
leen en los países europeos y si a eso le agregamos la calidad en la
lectura pues entonces sí que ya se me terminó de ir todo el crédito como lectora.
Leo los temas que
me gustan o me dan curiosidad, leo por recomendación o por obligación, leo de lo que aprendo y de lo que me distrae aunque sea consciente
de su bajo valor cultural. Soy capaz de reírme de la estupidez que estoy
leyendo y he dejado libros a medias porque se pasan de la raya con lo malos que
son, sin embargo también he leído libros maravillosos por los que bien han valido la pena caminar por la mediocridad literaria para toparse con ellos.
En una encuesta realizada por Parametria mencionan varias razones por las cuales el mexicano no lee, el 59% dijo que no lee por falta de tiempo, este porcentaje viene ganando terreno, yo creo que es más porque ocupamos nuestro tiempo libre en cosas banales no porque en realidad no tenemos tiempo. Leer en el baño, leer en el camión, en la sala de espera del médico, y si es en el seguro social pues ya te dio mucho tiempo; tiempo hay, la cosa que el celular se está apropiando de él.
En la gráfica hay un cambio que llama
la atención, es en los que dijeron que
no leían porque no les interesaba, pasando de 23% al 13%. Esto para mí es un
gran avance, porque el interés se está despertando en las nuevas generaciones.
Las redes sociales tienen su granito de arena en esto, ya que es la herramienta
por la cual se promueve la lectura y en general todas las actividades
culturales. Las dependencias culturales gubernamentales están organizando
eventos para promover la lectura ¡todo está en la red! Es cuestión de que lo
busques, con el celular si quieres, también para eso sirve.
Y tú, ¿no sabes
qué ponerte? ¡Pues ponte a leer!
No hay comentarios:
Publicar un comentario