31 may 2016

La Fábrica. Memorias de la línea

Obra documental sobre Calzado Canadá
Una agradable sorpresa me resultó “La Fábrica”, una obra documental basada en las memorias de los extrabajadores de la extinta fábrica de calzado Canadá. 

La obra, creación y dirección de Claudia Anguiano “Clos”, cuenta con la participación de tres actores: Meztli Robles, Jesús Estrada y Mario Iván Cervantes, además de elementos multimedia con los que proyectan los testimonios. Tanto Claudia Anguiano como Mario Iván Cervantes montaron en un escenario las historias de sus respectivos padres: Gabriel Anguiano García “El Capi” y José Refugio Cervantes Padilla “El Chino”, ambos empleados de Salvador López Chávez, fundador de Calzado Canadá.

Resultó brillante traer a escena los testimonios de los trabajadores de lo que fue el consorcio zapatero más grande de América Latina. Ya que para muchos tapatíos, dicha fábrica, formó parte de su vida en algún sentido. Todo un fenómeno social, que nació de uno de los oficios más populares en nuestro estado, el de zapatero.


¿Qué es lo que se te viene a la mente cuando piensas en Calzado Canadá?

Los actores lanzan la pregunta al público. Lo primero que pensé es que: "¡los odiaba! Eran zapatos que no les pasaba nada, yo quería estrenar y nada, los zapatos de la escuela seguían como nuevos."

Entre el público no faltaron exempleados de la fábrica o familiares de ellos, para compartir sus recuerdos.

Al ir escuchando un testimonio tras otro, fue imposible mantenerse al margen. Historias que conmueven y traen consigo un montón de recuerdos. El logotipo, la publicidad, el olor a hule y las diferentes marcas que manejó la empresa comienzan a brotar.

Lo que nació como un proyecto personal, como una especie de homenaje  a los miles de trabajadores que en su mayoría, trabajaron por más de 20 años ahí, y que sin dudarlo un segundo volverían a hacerlo; se convirtió en un recuerdo viviente para los asistentes.


“La Fábrica” tuvo una corta temporada en LARVA, confío en que pronto encontrará un nuevo escenario para compartir la experiencia de vivir en Guadalajara entre 1940 y 2002, año en que Calzado Canadá fue vendida a Coppel.


Aurelio López Núñez,  arrancó el negocio con un taller de reparación y fabricación de calzado con seis obreros que producía cinco pares de zapatos diario. Su  hijo, Salvador López Chávez, invirtió el dinero ahorrado de su trabajo en Estados Unidos en la compra de máquinas. El taller se fue transformando en una pequeña fábrica y en 1940 se inauguró la empresa Calzado Canadá. Al principio la industria contaba con doce empleados y se dedicaba a la producción de calzado masculino. Para evitar el rechazo hacia los productos nacionales utilizó la marca Canada Shoes.

El interés de Salvador López Chávez por las innovaciones tecnológicas logró que en la década de los cincuenta, la fábrica fuera la primera en utilizar equipo de cómputo. Además siempre interesado por estar a la vanguardia, logró adaptar el sistema de banda que utilizaba la industria Ford, aumentando así la productividad de la empresa.

Calzado Canadá se consolidó como el consorcio zapatero más grande de América Latina al mudarse al Jardín Industrial Canadá inaugurado en 1972 por el presidente de Chile Salvador Allende y el ejecutivo nacional Luis Echeverría. Llegó a tener más de 12 mil empleados entre zapateros y administrativos y una producción diaria de 60 a 70 mil pares de zapatos.



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