21 mar 2019

Mary Queen of Scots


Desapasionada versión

 del amor-odio


¿Tendencia o casualidad? ¿De qué depende que un personaje histórico se ponga de moda en el cine? Tal vez los movimientos sociales tienen algo que ver aquí, o quizá la historia tiene una cuota que pagar a figuras que en su momento fueron menospreciadas por su género, color, orientación sexual y muchos etcéteras más. El rol de reina protagónica (solita, sin un rey que la acompañe) se ha visto mucho últimamente, ya pasamos por muchas versiones de Elizabeth (Isabel I de Inglaterra) y ahora la Casa Estuardo es el linaje de moda, primero con Ana I en The Favourite  y ahora con María I en Mary Queen of Scots (Las dos reinas).


         Basada en la biografía Queen of Scots: The True Life of Mary Stuart, de John Guy, la directora Josie Rourke habla sobre el regreso a Escocia de Marie I (Saoirse Ronan) para reclamar el trono que por derecho le pertenece, sin embargo, su prima Isabel I (Margot Robbie) es quien tiene bajo el mandato de la corona de Inglaterra a dicho territorio.


Beau Willimon (House of Cards) lleva el guion en un camino diferente al que alguna vez tomó la versión dirigida por John Ford, Mary of Scotland, en 1936; suavizando el odio y los celos de este par de regias parentelas. Para la versión 2018 tenemos sí, dos monarcas en guerra, pero más que mostrarlas celosas una de la otra, resulta que son víctimas de la maquinación de los hombres a su alrededor… ¿le suena esto suficientemente feminista? No es que se odien, por el contrario, se aman y se admiran, pero una cabeza debe de rodar.


¿Qué fue lo que pasó en realidad? Creo que es muy difícil saberlo, no he leído la biografía de John Guy y no sé qué tanto se apegó el guion a ella, así que sólo me queda hablar de la cinta por lo que muestra la pantalla. Por lo tanto les diré que para ser una película de época la ambientación, el vestuario y maquillaje están impecables. Tanto Robbie como Ronan tienen actuaciones “suficientes”, lo cual es una desgracia sobre todo para Margot Robbie, quien se ha esforzado tanto en destacar más allá de su belleza, reconocimiento que estuvo a punto de alcanzar por I,Tonya, y que sin duda a este paso conseguirá muy pronto.


Mary Queen of Scots no logra transmitir las emociones que se fraguan entre estas dos mujeres, personajes maravillosos, eso que ni qué. El ritmo no se mantiene y al final, sin sorpresa además, nos quedamos con una historia bellamente presentada, pero muy plana.





15 mar 2019

The Professor and the Madman


Hace falta más que una

 buena historia


El profesor James Murray (Mel Gibson) se ve involucrado en la ardua tarea de compilar palabras para la primera edición del Oxford English Dictionary a mediados del siglo XIX. Mientras tanto el Dr. William Minor (Sean Penn), declarado demente tras el asesinato de un hombre inocente, se convierte en el mejor de sus colaboradores al enviar más de diez mil palabras para el diccionario.


        Tal parece que desde que Mel Gibson dirigió, escribió y produjo The Passion of the Christ, el mote de “loco” aparece de forma repetitiva. Más tarde llegó Apocalypto y la locura se hizo oficial, para cuando se estrena Hacksaw Ridge, estábamos seguros de haberlo perdido para siempre. Deschabetado de atar, pero con la genialidad propia de los locos más evidente que nunca. The Professor and the Madman se convirtió en su siguiente gran proyecto, sin embargo, en el largo y tortuoso camino de esta producción, el Sr. Gibson decidió ceder la dirección a alguien que creyó más cuerdo que él. Farhad Safinia pasó de guionista a director de la noche a la mañana y ahora no sabemos cuál locura fue mayor.


        Retrasar el estreno de una película, se puede dar por diversas razones, pese a que ese retraso no la hará mejorar ahí guardada en donde está. Tal vez la puede mantener a distancia de otras cintas que la hagan ver peor, pero tal parece que lo único que consiguieron con el retraso fue “salir tablas”.


        La historia es fascinante, en verdad le digo que vaya a verla nada más por conocer la gran proeza de estos dos hombres. El diseño de producción y la ambientación no tienen pero alguno, las actuaciones son bastante decentes; todos sabemos que Sean Penn no necesita esforzarse mucho para dar la impresión de haber perdido la cabeza, pero hace un buen papel.


        Tal vez el mayor pecado de esta cinta fue la duración, el equipo de guionistas, en donde también se cuenta al director, junto con John Boorman y Todd Komarnicki, no logra mantener el ritmo en la historia, por lo que se puede sentir un poco larga. La adaptación del guion es pobre, quizá se deba a que había tanto que decir al respecto de los personajes que circulaban alrededor de los protagonistas o simplemente porque la problemática legal en la que se vieron envueltos acabó con su inspiración.



        The Professor and the Madman es apenas un asomo de lo que pudo haber sido, sin embargo, después de que terminó la racha de estrenos de las mejores películas del año pasado, ahora aparece en la cartelera como algo de lo poco bueno que se puede ver. Como acontecimiento histórico, vale la pena, además no voy a negar cierto placer de volver a ver a Gibson en un papel, digamos serio, aunque no lo salva que esa locura implícita en todas sus producciones, sea cada vez más evidente.






10 mar 2019

Captain Marvel


Llámame frívola


Captain Marvel, también conocida, muchos años atrás, como Ms. Marvel; "la heroína más grande del Universo Marvel", o quizá “La Vengadora más poderosa". Carol Danvers, oficial de la Fuerza Aérea de los EEUU, o Vers, miembro de la Fuerza Estelar de los Krees, hace su aparición en el cine, en un momento muy diferente al que se presentó en los cómics por primera vez, allá por 1968. Aterriza justo en la era del empoderamiento femenino, en el apogeo del movimiento Me Too y en pleno Día de la Mujer.


        En el año 2017 DC Comics se les adelantó presentando a  su superheroína Wonder Woman (Gal Galdot), quien vino a levantar del suelo a Batman y Superman, portando una minifalda, una impecable cabellera y toda la belleza y fortaleza característica de las Amazonas. El resultado fue avasallador. ¿Qué fue lo que se le ocurrió a Marvel para superar esta proeza?


        Bueno, Marvel se preparó para éste momento desde el 2012  cuando en los comics se dio el inicio de una nueva etapa para Carol Danvers gracias a la guionista Kelly Sue DeConnick y al nuevo diseño de su traje. Como todos los superhéroes a lo largo del tiempo, Captain Marvel ha pasado por muchas transformaciones, es imposible en una película, apegarse a una historia tan cambiante como la de éste personaje tan curvilíneo que además posee una poderosísima cabellera rubia; pero parece que conforme fueron reivindicando su poder, le fueron restando atributos FE-ME-NI-NOS.


        Captain Marvel fue muy pensada, tanto que Wonder Woman le comió el mandado, porque con los superhéroes como en la vida real, “el que pega primero, pega dos veces”. Si bien procuraron involucrar a la mayor cantidad de mujeres en el proyecto, tal como DC lo hizo, para esta cinta quisieron ser, digamos, un poco más intelectuales, más pensantes. Es por eso que trajeron a Anna Boden y Ryan Fleck directores y guionistas de cine independiente, a arriesgarse con una producción gigantesca que se les salió de las manos. La elección de la protagonista; una ferviente feminista y una de las principales abanderadas precisamente del movimiento Me Too: Brie Larson. Una actriz joven considerada “seria”, ganadora de un Oscar por Room, en donde maquillaje y peinado no figuraban; no una cara bonita, ni siquiera una carismática, pero su personaje está más forzado que el de Jessica Alba como Sue Storm (La Mujer Invisible). La verdad es que nunca me gustó Larson para éste papel.


        Antes de decir nada más, he de confesar que la película me divirtió bastante, se me hizo entretenida y para mí, que no soy una experta en cómics, me resultó muy ilustrativa. Pese a todo lo que se ha dicho de las secuencias de acción, yo no le puse pero a ninguna y me parece que Larson lo hizo bien en los combates cuerpo a cuerpo. Sólo hay algunos detalles que no me gustaron, el menor de ellos es la arrastrada por el suelo que le dieron al respetable Nick Fury (Samuel L. Jackson), no habrá manera de rescatar su reputación en las cuarenta películas que le falten a este universo.


        La segunda, y muy importante, lo predecible de la trama, hasta los ajenos a la historia original (me incluyo claro está) nos dimos cuenta hacia dónde iba todo el asunto y el señor Yon-Rogg (Jude Law) quedó como una simple “carta abierta”. Y la tercera y más importante de todas, el que hicieron todo lo posible por mostrar a una heroína fea y desaliñada, poderosa eso sí, más poderosa que ningún otro superhéroe que yo conozca y que además nos llena de esperanza para la llegada de Avengers:Endgame, pero, ¿por qué le quitaron todo aquello que sí le permitieron a Black Widow (Scarlett Johansson) o a Scarlet Witch (Elizabeth Olsen)? ¡A Mystique! (Rebecca Romijn/Jennifer Lawrence) la experta pateadora de traseros masculinos.


Ustedes me disculparán, pero es algo que no entiendo. ¿Por qué para ser, ya no digo feminista, sino mujer empoderada, hace falta despojarse de la feminidad? Hablando como mujer, como toda la mujer feminista que me considero, no me gusta que de forma obligada la feminidad nos convierta en frívolas. No es así, al menos no necesariamente.

Los superhéroes o superheroínas son personajes de ensueño, son seres mitológicos, mutantes, extraterrestres, fantásticos o como guste usted llamarlos, que tienen cualquier poder que se les ocurra y que además, al menos en la mayoría de ellos, se puede considerar la belleza como parte de ese poder que tanto nos atrae. Son todas esas cosas las que los hacen tan ajenos a nosotros y quizá, la razón por la que los admiramos tanto. Esos seres extraordinarios traen también muchas virtudes consigo, que nos inspiran a sacar lo mejor de nosotros mismos, no se necesita sacrificar todo eso por un contenido ideológico. Perdón, pero para eso tenemos la vida real, para pelear todas las guerras que deben ser peleadas por las mujeres por alcanzar algo que por derecho nos pertenece. El cine de superhéroes no debería estar a obligado a ser parte de un movimiento social.


Sé que mi queja con Captain Marvel tiene un enfoque frívolo, porque no estoy hablando de la carencia de sus villanos, de lo ridículo por el que hicieron pasar a personajes tan importantes, o incluso de su falta de creatividad. Repito, a mí la película me divirtió bastante, pero parte de las risas que me provocó la cinta tienen que ver con la enmarañada cabellera de un rubio forzado y la cara llena de mugre de la mujer más poderosa de éste y otros muchos universos. Captain Marvel es uno de los mejores soldados que he visto, sin embargo, no creo que fuera necesario convertirla en hombre para considerarla una súper mujer.




7 mar 2019

El Ángel


Maldad que seduce


Con 20 años recién cumplidos, la policía argentina detuvo a Carlos Eduardo Robledo Puch, conocido como “El ángel de la muerte”, a quien se le imputaban al menos 17 robos, 11 asesinatos y varios cargos de agresión sexual y violación. Su juventud y belleza, su mirada de ángel, lo convirtieron en el preso más popular de Argentina, en donde después de 46 años, sigue cautivo.


        El Ángel, dirigida y co-escrita por Luis Ortega se basa en la historia de Robledo Puch, para mostrar a Carlitos (Lorenzo Ferro), un jovencito con la vocación de ser ladrón. En la escuela conoce a Ramón (Chino Darín), por quien se siente atraído. Ramón pertenece a una familia de delincuentes y cuando lo lleva a conocer a sus padres José (Daniel Fanego) y Ana María (Mercedes Morán) quedan fascinados con el potencial del muchacho, mientras sus propios padres, Aurora (Cecilia Roth) y Héctor Robledo Puch (Luis Gnecco) temen por las actividades de su hijo.


        Ángeles y serafines palidecen ante el rostro de Lorenzo Ferro en lo es su primera película. Su extraordinario parecido con Robledo Puch lo convirtió en el mejor candidato a interpretarlo, pese a su inexperiencia. El director se arriesgó con él y por fortuna salió más que bien librado. Este chico de 20 años supo plantarse frente a la cámara de desplegar su encanto, lo hizo de tal manera que los “flacos” de la cinta se pueden pasar por alto, al menos hablando como espectadora.


        Su imagen me recordó a Niels Schneider, el actor francés que participó en la cinta Les amours imaginaires (Los amores imaginarios) del joven director Xavier Dolan; de hecho no podía dejar de pensar en lo que podría hacer Dolan con un actor como Ferro. El Ángel funciona por dos cosas, sin duda el carisma y la belleza del protagonista, por la comodidad con que se desenvuelve en el personaje y en segundo lugar por el tino del director y guionista al hacer girar la historia precisamente en ese punto, sin enredarse en elementos de fondo; que podrían significar  éxito o fracaso rotundo para la película. Tendrá como bonus el buen desempeño del resto del elenco, que sirvieron para sustentar la actuación del novato.


        Robledo Puch es digno de ser libro, película, estudio psicológico y muchas cosas más, en tan sólo once meses puso de cabeza a Argentina matando a sangre fría, principalmente por la espalda o disparando a las víctimas cuando estaban dormidas. Aunque la cara de infante hace esto más estremecedor, lo cierto es que no estaba tan chico cuando todo esto pasó, pero por lo visto tenía ese mismo switch que se activa en los niños sicarios o guerrilleros y que los deja con una sensación de curiosidad más que de culpa o remordimiento por tomar de manera tan “sencilla” la vida de alguien. Delincuentes sin ambición, para los que ir en contra de la ley es sólo un juego. 


        El Ángel es una buena opción en cartelera para el fin de semana, vaya y sorpréndase por los sentimientos que despertará en usted este querubín de labios carnosos que baila al ritmo de una banda sonora fantástica y con los caireles al aire, mientras disfruta el descubrir que nació para ser un verdadero demonio.



6 mar 2019

Chalo


Adiós al amo y señor de

 “El Candela”

Jeff Tocci 
Don Chalo
Aguafuerte - aguatinta 
51 x 38 cm

Conocí a Chalo en el muro del taller de gráfica del Maestro Francisco Limón, estaba enmarcado así como no queriendo llamar la atención, rodeado de otros grabados que pudieran resultar más atractivos para los conocedores del arte como los de Francisco Toledo o Guillermo Olguín. Ni siquiera supe quién era el autor de su grabado, mis ojos nunca llegaron a buscar la firma al calce, estaba impactada con la imagen. Traté de relacionarlo con alguien famoso, famoso que yo ubicara claro, pero no, parecía un personaje creado por la imaginación de un artista de lo surreal. Un vampiro al carbón, al carbón verdoso como era su color de piel, con unos anteojos redondos y tan obscuros como innecesarios al momento de querer pasar desapercibido.

        Poco después lo vi en persona, “es él”, pensé, mientras estrechaba su mano y sentía su piel de papel arrugarse con el apretón que le di, intentando percibir el pulso en su muñeca para cerciorarme que en verdad era alguien terrenal y no un ser sacado de un libro. Ese embrujo terminó de inmediato. Su impactante imagen, para mí, la nueva en la ciudad, desapareció cuando la gente a su alrededor comenzó a interactuar con él. Mi abuela se hubiera referido a Chalo como un pan.

        Chalo, “El Rey de la noche oaxaqueña”, amo y señor de “El Candela”; el “Señor de las sombras” como le llama el escritor JM Servín, quien también en estos momentos, me consta, está llorando su partida. La historia se hace larga detrás de él, y sin embargo no son sus andanzas las que se quedan ahora que él ya no está. Estoy segura que es su ausencia la que llena las calles de Oaxaca en estos días.

        Se venía despidiendo desde hace tanto tiempo, que ya nadie creía que iba a cumplir su palabra, es imposible imaginarse a la Oaxaca nocturna sin él. Él siempre tan de la fiesta y tan del arte, tan del mitin de López Obrador cargando una sombrilla de MORENA sobre su cabeza y un terrible cáncer a sus espaldas. Tan de “Oaxaca Cine” como tan asiduo a "El Pez". Tan de las fotografías de “El Negro” Ibáñez o tan inauguración de X, Y o Z artista, ahí estaba él. Conferencias, ferias, departiendo con los amigos, con sus grandes amigos en “La Popular” y en cualquier lugar que la ciudad clamara por su nombre, pero sin faltar a recibir a la gente en “El Candela”, eso sí.

        No supe si alguna vez fue eufórico al hablar, porque su voz siempre dejaba en el ambiente una sensación de tranquilidad. Divertido, ameno, con grandes historias que contar y siempre dispuesto a escuchar y a seguir conociendo gente. Me siento dichosa de haberlo conocido aunque sea por un breve espacio de tiempo. Personajes así no se encuentran todos los días.

        El recuerdo de Chalo es suficiente para seguir hablando de él sin llegar al cansancio, pero sin duda su mejor discurso, su mejor legado serán los amigos que hoy lo están despidiendo con los ojos llenos de lágrimas, yo misma no puedo contener esta extraña necesidad de decir algo sobre él, porque aunque no puedo afirmar que fuimos amigos, no fui ajena a sus atenciones, a su sonrisa honesta y a su abrazo. Verlo levantarse de la cama para sentarse a tomar una cerveza con nosotros, me demostró que esa aparente fragilidad con la que caminaba de un lado para otro, sólo servía para disimular su extraordinaria fortaleza y sus ganas de vivir, pero sobre todo sus ganas de dar.

        A Chalo no se le puede pedir que descanse en paz, eso es casi ofensivo. Que siga la fiesta Chalo, en donde quiera que estés. ¡Salud! Hasta que volvamos a encontrarnos.