Larga y despilfarrada
El
2017 se aleja cada vez más del verano y antes de que el invierno comience a
helar la cartelera cinematográfica, nos llega la segunda entrega de los agentes
secretos al servicio de su Majestad: Kingsman: The Golden Circle.
Fueron
muchos los que quedaron prendados de Kingsman: The Secret Service, la
irreverente frescura que le impregnó Matthew
Vaughn (Kick-Ass, Eddie the Eagle) la
llenó de fama y dio pie para una segunda parte. Como buena doñita amargada que
soy, he de reconocer que yo no fui de las que cayó rendida a sus pies. Me
pareció pasada de sádica y con humor mal gusto, sin
embargo, sus personajes lograron rescatarla.
La
nueva historia comienza cuando se realiza un ataque contra la sede de Kingsman y
en las casas de sus agentes provocando la muerte de la mayoría de ellos. Eggsy
(Taron Egerton) y Merlín (Mark Strong), los únicos sobrevivientes, se ven
obligados a trabajar en conjunto con una agencia estadounidense para evitar una
catástrofe mundial.
La
guionista Jane Goldman trabaja de nuevo con Vaughn en un intento de mantener el
mismo tono de la anterior película. Por desgracia, y como es de esperarse para
todas las segundas entregas, el golpe sorpresa se perdió. Lo que alguna vez fue
fresco y novedoso ahora ya no lo es.
A
su favor tiene la multiplicación del elenco, cosa que la hace muy llamativa,
los roles femeninos se “empoderan” con la presencia de Julianne Moore y Halle
Berry, mientras que Colin Firth, Taron Egerton y Mark Strong comparten el set
con los nuevos agentes: Channing Tatum, Pedro Pascal y Jeff Bridges, haciéndole
un lugarcito a Elton John para interpretarse a sí mismo.
Kingsman:
The Golden Circle
se vuelve una película más vistosa, con un mayor despliegue de tecnología y
efectos especiales. Moore como villana se mueve en una ambientación de los años
cincuenta que le sienta de maravilla, lo mismo que esas pinceladas sangrientas que
se comportan como cereza coronando una malteada. Aunque la exageración parece
intencional en este producto, pienso que esos personajes robóticos salieron
sobrados, lo mismo que muchos minutos de esta cinta.
Una
película “despilfarrada”, por llamarla de algún modo, se extiende demasiado por
tratar de dar lugar a toda la parafernalia que acompaña a cada personaje. Lo
más seguro es que estén pensando en una tercera entrega, por lo que
dejaron a Channing Tatum y Halle Berry
muy recortados en esta ocasión. No dejo de agradecer los paños menores de "Magic
Mike", pero tanto él como su compañera bien pudieron no existir.
Lo
bueno en la cinta son sin duda las secuencias de acción, tiene una persecución que
ya la quisiera Baby Driver, lo mismo que su banda sonora, la verdad es que Henry
Jackman hizo muy buen trabajo con la música. Y hablando de música aprovecho
para mencionar el trabajo de Elton John; por momentos su participación me
pareció ridícula e innecesaria, pero más adelante me dio la impresión de que el
cantante se estaba divirtiendo de lo lindo, así que opté por divertirme con él.
Me gustó también el trabajo de Pedro Pascal, el latino de moda, sus escenas con
la pistola y el látigo son de las mejores.
Matthew
Vaughn y Jane Goldman se contuvieron en muchos aspectos, sus incisivas
referencias a los personajes de poder no fueron tan claras como en la primera
parte, ¿miedo al Presidente anaranjado?, podría ser; pese a eso se agradece su
inclinación al tema de las drogas. Le bajaron dos rayitas a lo grotesco, cosa
que también agradezco, aunque los fans no se los van a perdonar.
Al
final Kingsman: The Golden Circle, se muestra sin nada nuevo que
ofrecer, pero eso ya se esperaba, así que si usted se conforma con una cinta
entretenida no saldrá decepcionado. Nada más le sugiero que compre doble ración
de palomitas porque esta cosa está muy larga, y le advierto que Halle Berry no
sale en bikini, así que hasta un poco de café le ayudará a mantenerse
despierto.
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