La nostalgia sucumbe a la vulgaridad
Cuarentones queridos:
A ustedes apelo en
busca de razón y consuelo, no sin
librarme del todo del fantasma de la voz de mi padre cuando hace más de treinta
años se refería (y se sigue refiriendo) a la decadencia de todo: “¿A eso le
llaman cine?, ¿a eso le llaman música? ¿Eso se les hace chistoso? En mis
tiempos… bla, bla, bla”.
Lejos, muy lejos, de esa
adolescencia rebelde, hoy le doy la
razón a mi padre en muchas cosas, aunque al hacerlo me llega esa sensación aplastante
de vejez que me autoriza a repetir sus mismas palabras a las generaciones más
jóvenes. Poco veía televisión cuando infante, porque mi santa madre poco lo
permitía, es más, creo que la veía solo cuando estaba castigada y no me era
permitido salir a la calle a jugar. ¿Se acuerdan? Sin televisión por cable, sin
internet, estábamos obligados a ver lo que llegaba. Entre todo eso que
llegó me hice fan de ‘La mujer biónica’,
‘El hombre nuclear’, ‘La mujer maravilla’ y de ‘Patrulla Motorizada’, así, en español,
porque no había espacios para versión en idioma original.
‘Patrulla motorizada’ narraba
las aventuras de dos policías, en moto claro, un güerito Jonathan “Jon” Baker
(Larry Wilcox) y un morenazo Francis “Ponch” Poncharello (Erik Estrada). Esta
policiaca combinación café con leche estaba bajo las ordenes de Joseph “Joe”
Geatrer (Robert Pine), un jefe muy estricto que se pasaba el día gritoneando
por las travesuras de sus muchachitos, pero lo cierto es que eran chicos
buenos, rebeldillos, coquetos y muy, pero muy “apretaditos”. Poncharello le
robó cámara al rubio Baker con ese trasero de miedo enfundado en un uniforme a
punto de reventar. Digo, yo era una mocosita, pero no estaba ciega. Si la serie
tenía una connotación sexual toda ella radicaba en el trasero de “Ponch” o en
las bellas chicas que los acompañaban (vestidas todas) y nada más.
Cuarenta años han pasado
desde que se transmitió el primer episodio en Estados Unidos, estamos en la era
en que revivir a los muertos es una empresa muy rentable, parece que es más fácil hacer un remake que
tener una idea original. Así que Warner Bros. Pictures se dio a la tarea de
revivir a ‘CHiPs’ la serie de televisión, en un largometraje homónimo que por
tierras aztecas conoceremos como: ‘CHiPs. Patrulla motorizada recargada’.
Dax Shepard
(Employee of the Month) dirige, escribe, produce y actúa (ahí nada más para que
se dé una idea de lo que es) ‘CHiPs’. Shepard comparte
el protagónico con Michael Peña (Ant-Man) quien da vida al legendario Poncherello.
El resto del elenco lo integran: Vincent D'Onofrio, Adam Brody, Rosa Salazar,
Vida Guerra y Kristen Bell. Aunque el argumento se supone que es el mismo, ya
desde el trailer entre un pene y otro se ve venir la catástrofe.
Los avances en
la tecnología significan una diferencia abismal entre las escenas de acción de
entonces y lo que se puede conseguir ahora, lo cual nos lleva a esperar acción
espectacular, persecuciones, motos y autos volando por los cielos y cosas así.
Bueno, pues todo eso lo tendrá si está dispuesto a soportar ese concepto de
“comedia” que se maneja en la transformación de esta serie de televisión de
finales de los años setenta.
‘CHiPs’ no tiene el simple humor de pastelazo, cuenta con
protagonistas que rayan en lo estúpido y que nos pueden sacar algunas
carcajadas con su mala puntería y sus tropiezos. Dax Shepard se encargó de
saturar la cinta con un humor al que yo me refiero como escatológico, el mismo humor
que le ha dado el éxito con el que goza en Hollywood y que comparte con muchos
otros de sus colegas, porque resulta que este tipo de comedia está muy de moda.
La cinta es
excesiva en muchos aspectos, sobre todo si la comparamos con la serie original.
Si usted la tiene en la mira por cuestiones de nostalgia, le advierto que no
encontrará ni rastro de lo que fue. El cameo de Erik Estrada se resume en
comentarios vulgares y sin fundamento. Todo en
‘CHiPs’ son referencias sexuales y desnudos de muy mal gusto. Si usted
es de los que disfruta de este tipo de humor, al que además agregan vómitos,
excrementos y todo tipo de fluidos, pues adelante, seguro le encantará, de no
ser así, mejor no gaste su dinero.
La
clasificación de la cinta es B15, así que si usted es de los que hizo berrinche
por la clasificación C de ‘Logan’, será de los salgan de la sala pidiendo una explicación por la relajada moral con que
clasificaron esta película, ya que no solamente es violenta, sino que es
demasiado vulgar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario