En la cuerda floja
Robert
Zemeckis
Estimados lectores, antes
que nada quiero hacer una aclaración, The Walk no es una película, The Walk es
un espectáculo visual que no se debe perder. Imprescindible optar por la
versión IMAX 3D si en verdad quiere disfrutar el show.
Robert Zemeckis (Back to
the Future, Forrest Gump) se aferró a trascender como un icono de los efectos
especiales. Tiene en su haber un par de intentos fallidos, yo no sé con qué
opinión se quedó usted de Beowulf por ejemplo, pero digamos que los 150
millones de dólares se invirtieron en el ordenador, dejaron temblando la
historia y pasó con más pena que gloria. ¿No la vio? No me sorprende.
Don Robert ya le había
echado el ojo a la historia del equilibrista o funámbulo francés Philippe Petit,
quien tuvo a bien cometer el “crimen artístico del siglo” al cruzar caminando
sobre un cable la distancia entre las dos torres del desaparecido Word Trade
Center de Nueva York. El director James Marsh se llevó muchos premios en el
2008, entre ellos destacan el del Festival de Sundance y el Oscar por el
documental de esta historia, pero la mira de Zemeckis iba más allá. Asegura que
no hizo la película antes, porque no tenía la tecnología suficiente para
hacerla.
El Sr. Volver al futuro
necesitaba algo majestuoso, una gran carpa para un gran circo…y lo tuvo.
Convirtió en un cuento de hadas, en una fábula espectacular la historia de Philippe
Petit (Joseph Gordon-Levitt). La cinta cuenta el nacimiento del sueño y todos
los obstáculos que tuvieron que sortear durante años para conseguirlo. Petit
contó con la ayuda de su novia Annie (Charlotte Le Bon), de su maestro en la
cuerda Papa Rudy (Ben Kingsley) y su amigo fotógrafo Jean-Luis (Clément Sibony).
El resto de los “complices” de su delito se integrarían en Nueva York.
La historia en tan
increíble como cierta, el mismo Philippe se aseguró que el guion se apegara a
sus vivencias. De las cuales no existe registro fílmico, sólo fotográfico. No
me pareció ver a Petit en los créditos como narrador, pero se supone que él
mismo narra la historia a través del personaje de Joseph Gordon-Levitt, en lo
alto de La Estatua de la Libertad.
Y ya que estamos hablando
del señor Gordon-Levitt… ¿qué le hicieron al pobre hombre? Desde que empezaron
a salir los trailers de la película me daba la impresión de que estaba viendo a
Ken (el muñeco) recién divorciado de Barbie. Digo está bien que el Petit no es
muy agraciado que digamos, pero el joven 500 Days of Summer no tiene la culpa.
Mucho tuvieron que ver sus antecedentes en la gimnasia para ser seleccionado
para este papel. En sus recientes presentaciones en vivo, no ha parado de dar
muestra de lo mucho que aprendió en el arte de los malabares y el funambulismo.
El muchachito no lo hizo
mal, salió bien librado del acento franchute, pero definitivamente la película
no pasará a la fama por eso, ni por la belleza de Clément, mucho menos por la
experimentada presencia del Sr. Kingsley. Es la recreación digital de las
Torres Gemelas lo que hará trascender a Zemeckis. Imponentes titanes de acero y
cristal, 110 pisos de altura y toda la sensación de vértigo que puede
acompañarlos.
El mismo Zemeckis ha
dicho que The Walk es la culminación de sus efectos especiales. Eso si no puedo
asegurarlo, mi conocimiento en la animación no me da para tanto. Hablando como
una simple mortal ñoña sentimental le puedo decir que es una película para
invertirle en el boleto de entrada. No en 2D, no en la TV, menos en la
computadora.
Ya lo dije, es una
experiencia más que una película, y es como una experiencia que vale la pena
verla. Si no conoce la historia ni la busque, la disfrutará más si desconoce el
desenlace. ¿Padece usted de acrofobia? Mejor ni se le arrime, o vaya preparado
con su bolsa para mareo, porque no cualquiera puede mirar hacia abajo.
Confieso que disfruté mucho la
película, quiero decir, la experiencia. Y no lo digo solamente por los efectos
especiales, The Walk tiene su buena dosis de nostalgia. Volver a ver de pie a
esos grandes archiveros de concreto me llegó a remojar el ojito. Mucho lloré
cuando me tocó ver los edificios caer pensando que nos iba llevar el carajo a
todos, y bueno, ni el carajo nos ha llevado (todavía) y Zemeckis con sólo 35 mdd ya volvió a
levantar una bellas, flamantes y luminosas Torres Gemelas que todo el mundo va
a adorar, al menos de medio oriente para acá.
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