Diferente historia,
misma grandeza
Mientras que alguien que se ha ido de este mundo, siga
vivo en nuestro recuerdo, nunca morirá. Tal es el caso de Su Majestad Freddie
Mercury, y Bohemian Rhapsody ha venido a reafirmar la presencia en
nuestros corazones, y en nuestra playlist, del líder de una de las mejores
bandas de la historia, Queen.
Por fin llegó a su fecha de estreno. ¿Las
expectativas? No altas, altísimas. Y no es para menos, un personaje de este
tamaño merece todos los reflectores frente a él. Bohemian Rhapsody resulta
un bucle temporal que por puro gusto repetiría una y otra vez hasta la
eternidad. Un flashback que va casi del final de la vida de Freddie Mercury a
los inicios y acelerado ascenso de esta banda británica.
El desafío de llevar a la pantalla esta
historia cayó en manos de Bryan Singer (X-Men: Apocalipsis, The Usual Suspects),
aunque quien finalizó realmente la chamba fue Dexter Fletcher, no sé del todo
la razón, pero parece que por aquí hay un crédito mal adjudicado. La cara y la
dentadura (aunque postiza) de esta película fueron para el actor Rami Malek
quien hizo un excelente papel. También participaron Gwilym Lee como Brian May;
Ben Hardy como Roger Taylor y Joseph
Mazzello representó a John Deacon.
Las películas biográficas, como ya lo he
dicho antes, son siempre un arma de doble filo, es común considerarlas
“Oscarizables”, o bien chatarra del montón. En este caso la balanza se inclina
más hacia la primera opción por muchas razones, empezando por la actuación de
Malek, la banda sonora y los efectos especiales que lograron reproducir algunos
de los conciertos más significativos de la agrupación.
No voy a mentir, disfruté la película a
morir. Canté, casi me paro y aplaudo, sobre todo en la parte de Live Aid en donde tuvieron a bien
regalarnos los mejores veinte minutos de ese concierto. Fue como estar ahí (si la
ve en formato IMAX es mucho mejor) escuchándolos en vivo. El pero me vino con
la censura que aplicaron al personaje de Mercury, hasta pensé que ProVida tuvo
algo que ver con esto, pero no, el guionista Anthony McCarten, basado en la
historia de Anthony McCarten y Peter Morgan, fue el encargado de “editar” a
Mercury. Pero si hasta llegué a pensar:
¿Qué no era gay?
Si algo habló por Freddie Mercury no fue
sólo su voz y su música, o su gran capacidad para conectar con las multitudes,
este muchachito de origen paquistaní acaparó los titulares de los periódicos de
todo el mundo por su promiscuidad y su manera… digamos llamativa de vivir su
vida, se puede decir que precisamente fue con su vida con que tuvo que pagar el
costo de todo esto. ¿Por qué le suavizaron el lado oscuro? No tengo idea. Tal
vez por mantener la cinta en clasificación B, o tal vez por no mancillar su
imagen, pero a mi gusto restar a su personaje la libertad en la que vivió es
una falta de respeto mayor.
Los más grandes personajes de la historia
tienen sus claroscuros, son humanos, como el resto de los mortales; si vas a
hacer una película biográfica no te puede temblar la mano con esto. Además, no
se está descubriendo el hilo negro, la vida de Mercury nunca fue parte de los
Expedientes Secretos del Pentágono, así que no había necesidad. Una cosa es
dejar fuera de cuadro una realidad que puede herir susceptibilidades y otra
cosa es hacer parecer las cosas como que todo fue un chisme amarillista.
Cuando estás viendo la película puede que
todo esto no represente mucho en cuanto a la opinión de la cinta, porque el
entorno musical se impone sobre la historia. Rami Malek supo calzarse a la leyenda y no se puede evitar adorarlo como a una reina, por él y por
lo que representa. Bohemian Rhapsody es una película viva que te envuelve y te
hace formar parte de ella. Mientras coreas las canciones casi, y digo sólo
casi, te puedes olvidar de que la historia fue otra, pese a que la grandeza de
este hombre y de esta banda siga siendo la misma.
Igual, me fascinó.
ResponderEliminarVoy regresando de verla. Mira que no me pareció censurada, matizada sí, pero no le puse un sólo pero. Para mí ahí estuvo su promiscuidad.
Una gran película para un genio y una de las mejores bandas.
Abrazos querida Paty.
Yo la disfruté bastante, la volvería ver feliz de la vida. Pero a mí si me pareció muy restrictiva con eso de la promiscuidad de Mercury. Y no es que venga mucho al caso, no le resta genialidad al hombre, pero debe mencionarse tal cual fue. Un abrazo Gil. Gracias por comentar
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