Cuando vale la pena
repetir la historia
Tal parece que esta película se repetirá una y otra
vez, pero ¿quién lleva la cuenta? Bueno, la verdad es que hay muchos que llevan
la cuenta, sin embargo, cuando se tienen historias de amor de este tamaño,
acompañadas de música maravillosa, grandes voces y buenas actuaciones, pues que
la repitan las veces que quieran.
Con
detalles más, detalles menos, en estos días se estrena en México A
Star Is Born (Nace una
estrella). La cinta trata sobre Jackson Maine (Bradley Cooper), un músico
country con dificultades en su carrera, un día descubre a una talentosa cantante
llamada Ally (Lady Gaga) y trata de mostrar su talento al mundo. Conforme ella
asciende en su carrera, él se va autodestruyendo.
A
Star Is Born ya contó con el talento de Fredric March y Janet Gaynor en
1937; James Mason y Judy Garland en 1954;
y Kris Kristofferson y Barbra Streisand en 1976, que será quizá la versión de
la que más nos acordamos, al menos los jovencitos de cuarenta años, y esto
incluye también al director, porque es a la versión a la que más se parece.
Para las nuevas generaciones ésta será una primera vez, y no creo que salgan
decepcionados, a pesar de la inexperiencia de los protagonistas en la dirección
y la actuación, hablando de Cooper y Gaga respectivamente.
Cooper
quedó al frente del proyecto después de que Clint Eastwood lo abandonara. El
reto a superar fue muy difícil, sin embargo, a esta historia siempre le ha ido
bien con los premios y nominaciones; no creo que la versión 2018 sea la excepción.
El peso de Gaga en el lado musical se nota, las canciones son originales y
algunas las escribieron entre los dos. El hecho de que las escenas se grabaron
con voces en vivo, le sirvió de mucho para reforzar su actuación.
Para el director novato lo más difícil
sería su propia actuación, porque entre la dirección, el guion, escribir
canciones y cantar ya tenía bastante. Se hizo acompañar de un gran elenco,
entre ellos Sam Elliott, quien hace un papel extraordinario como su hermano y
Andrew Dice Clay que nos llega por el lado de la nostalgia.
Nace
una estrella vale la pena el precio del boleto. A través de ella se
dará cuenta de que Bradley Cooper no es sólo una cara bonita, sino que tiene
muchos talentos. Lady Gaga, por su parte, demuestra que no necesita de
disfraces extravagantes para llamar la atención, su poderosa voz es suficiente
para ello.
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