Un agasajo solo para
mujeres
Aquí
voy a meterme de forma voluntaria entre la zarza, seguramente saldré como Santo
Cristo al ponerme a hablar de Justice League desde mi turbia y sediciosa
mirada. Procure no juzgarme, esa faceta de intelectual de izquierda se
desvanece fácilmente ante hombres
musculosos en trajes ajustados… y sin ropa, es peor.
Superman
(Henry Cavill) ha muerto y una nueva amenaza acecha a la humanidad. Bruce Wayne
(Ben Affleck) y su nueva aliada, Diana Prince (Gal Gadot), reclutan a nuevos
aliados para enfrentarse a un enemigo muy poderoso. Entre ellos están los
metahumanos: Victor Stone (Ray Fisher) como Cyborg y Barry Allen (Ezra Miller)
como Flash. A regañadientes Aquaman, Rey de Atlantis (semidiós, según la que
aquí escribe), conocido como el renegado Arthur Curry (Jason Momoa), se integra
a esta liga para combatir a Steppenwolf
(voz de Ciarán Hinds) y a los Parademons,
quienes se han apoderado de las Mother Boxes, ¿para qué cree?, pues para
acabar con el planeta.
Justice
League desde
sus inicios complicada, viene cargando las desgracias y los aciertos, o debería
decir, “EL” acierto de las historias de DC Comics llevadas a la pantalla
cinematográfica. Importante mencionar los problemas personales del director Zack
Snyder (Batman v Superman: Dawn of Justice), rescatado por Joss Whedon (The Avengers), a quien se le dejó el puesto
de guionista junto con Chris Terrio (Argo). La Liga de la Justicia tenía
que funcionar a como diera lugar, pero esa prisa, mejor dicho, esa avaricia por
expandir los universos y entrar en primer lugar la carrera por la taquilla,
puede refundirla en la oscuridad.
Para
describir y dar más detalles de lo anterior, ya vendrán otros más ilustrados,
yo solo le voy a hablar de algunas cosas más triviales que tienen mucho que ver
con spandex, más que con los errores
narrativos. En mi último esfuerzo por tomar esto con seriedad, les diré que fue
un desperdicio dejar a Ciarán Hinds reducido a un personaje creado por
computadora cuando tenía la capacidad de ser un excelente villano, los efectos
visuales parecen ideales para un videojuego, más no para el cine y la banda
sonora le faltó un poquitín de punch.
Tiene sus buenas rolas, sobre todo esa que acompaña a Aquaman, pero le faltó
algo más pesado, más intenso vaya.
Ahora
sí, caballeros, pueden pasar a retirarse. Chicas esta parte va con todo mi
cariño y admiración, no para ustedes, sino para esos que tuvieron a bien
quitarse la camisa. Si todo esto se
trata de tronar la taquilla con millones y millones de dólares, creo que mi
aportación puede ser considerable, porque con mucho gusto pagaba con creces los
momentos que me regalaron Jason Momoa y Henry Cavill.
Siento
que he esperado toda mi vida por un Aquaman como este, desde niña me encantaba
ese ridículo personaje de mallas verdes y top anaranjado cuya única gracia (en
apariencia) era que podía hablar con la fauna marina. Si había un punto débil
en los siete pilares de la Liga de la Justicia, era
precisamente él, y ahora se presenta en el estado más salvaje, chacaloso, ¿cómo
decirlo?, un buenérrimo badass pa’que
me entienda.
En
el caso de Superman, ya extrañaba verlo así, luciendo el poderío que lo hizo
legendario y estos hombres, Zack Snyder y Joss Whedon (Dios los haga Santos),
tuvieron a bien dejarlo con su ondulado pelo en pecho al descubierto por un
periodo de tiempo tan largo como efímero. Por su parte el Caballero de la
Noche, muestra el mejor estado del Sr. Affleck.
Casi puedo asegurar que este hombre tiene pacto con el diablo, los años le han
sentado bien y aunque su cuerpo se ha desarrollado bien (muy bien, muy, muy,
muy bien), esta vez lo dejaron más en la
sombra para enfocar los reflectores en otros.
De
los novatos no diré nada por no dar la impresión de pederastia, Ray Fisher como
Cyborg dejó muchos huecos en su personaje, al menos para mí que no conozco bien
sus inicios. Mientras que a Ezra Miller
(Flash) le encasquetaron el mismo personaje que a Tom Holland en Spider-Man:
Homecoming. Es
cierto que el humor ayuda a aligerar las sombras de Snyder le había impuesto a
las entregas anteriores, cosa que me gustó; la verdad le da un respiro a la
densidad de la cinta. Este plagio en el más puro estilo Marvel puede tener sus
consecuencias, pero al menos no la volvieron un total chiste como Thor:
Ragnarok. Aunque a estas alturas, ya no sé si eso es bueno o malo.
Antes de cerrar la nota con el comentario
feminista, voy a mencionar al resto del elenco que me parece bien
caracterizado, salvo a las pobres Diane Lane (Martha Kent) y Amy Adams (Lois Lane) a las
que dejaron muy “desmejoraditas”, me gustaron los roles de: J. K. Simmons como el Comisionado
James Gordon, Jeremy Irons como Alfred Pennyworth, Billy Crudup como Henry
Allen y Jesse Eisenberg como Lex Luthor.
Ahora
sí, la parte álgida de todo esto solo será visible para las feministas
radicales. Gal Gadot logró echárselas a la bolsa como Wonder Woman, el éxito de
la cinta tal vez ha modificado un poco su rol original. La Mujer Maravilla tiene
una gran escena inicial en un estilo muy The Untouchables, de hecho no
se me viene a la mente alguna flaqueza
en su personaje en toda la cinta.
Con
ella se fueron con mucho tiento en su personaje en su primera aparición, pero
ante la aceptación que tuvo bajaron un poco la guardia, y no solo con ella,
sino con todas las Amazonas. Una vez más la batalla de las Amazonas es una de
las que más luce, hacen gala de la destreza en combate y de la determinación de
estas mujeres, lo cual me parece maravilloso, pero seguramente algunas de
mirada más filosa, encontrarán el “negrito en el arroz” en lo encogido de sus
atuendos. ¿Quién va a la guerra en paños menores?, se preguntará usted, pero yo
no recuerdo a nadie quejándose cuando Zack Snyder hizo lo mismo con los espartanos
en 300,
al contrario, al menos yo lo aplaudí bastante, es más, sigo aplaudiendo; pero
con las mujeres la cosa cambia. Esta vez Diana Price se muestra poderosa sí,
pero más coqueta, más maternal, hasta podemos ver más de una vez debajo de su
falda, cosa que no pasó en Wonder Woman.
En
resumidas cuentas, creo que no hace falta decir que la cinta me pareció
entretenida. La desnudez (parcial por desgracia) de Aquaman y Superman, así como el
humor de Flash y el buen manejo del personaje de Wonder Woman para mí
valen el precio del boleto, y mire que todavía la veré al menos dos veces más.
Tiene sus fallas, no lo niego y no me importa. Me importaría tal vez si a un ejército
de hombres les pareciera ofensivo el sexismo con el que son tratados los
personajes masculinos, pero ellos estarán tan ocupados babeando con las Amazonas
que dudo que alguna queja salga por dejar tanta piel al descubierto. Aunque déjeme decirle que con Jason Momoa y Henry
Cavill en eso de mostrar mucha piel,
nunca será demasiado. ¡Nunca!
La
cinta tiene dos escenas post-créditos así que no salga de la sala hasta que
terminen todas las letritas.
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