Un lugar entre Moscú y Analco
Si algo es característico
en la obra de Antón Chéjov es su cotidianidad. Sabe hacer de lo más simple algo
grandioso. Es por eso que Noé Morales
Muñoz lo toma de inspiración para su obra: ‘Nadie nos verá llorar’.
Morales desarrolla una nueva historia con base en la obra de Chéjov “Las tres hermanas”, si no está familiarizado con ella no se preocupe, que eso se soluciona instalando a Chéjov en nuestra ciudad, en el barrio de Analco para ser más precisos.
Lo que comienza como un
vistazo a la herida que sufrió nuestra ciudad el 22 de abril del año 1992
cuando el Colector Intermedio de Oriente
explotó en la calle de Gante, se transforma en un momento de añoranza en donde
salen a relucir lugares icónicos de la Guadalajara de hace algunas décadas.
Echando mano de algunos recursos escénicos así como video y fotografías para acompañar los diálogos de Masha (Azucena Evans), Olga (Karina Hurtado), Irina (Meztli Robles) y Andrei (David Arellano), nos dejamos atrapar en un viaje que va de Moscú a Guadalajara y de regreso.
“Nadie nos verá llorar”
resultó ganadora en la categoría de Teatro Experimental en el año 2016, una
obra que está hecha a la medida de los tapatíos, pero que bien podría adaptarse
a cualquier otro lugar en donde exista una tragedia que marque y una a las familias.
Morales hace un cóctel fotográfico con una tragedia y la cotidianidad de una familia. Mezcla recuerdos de glorias pasadas en el “Roxy” y lo intercala en la obra de Chéjov. Obteniendo algo que no es ni ficción, ni cruda realidad. Confieso que esperaba un drama descomunal, al toparme de frente con los recuerdos de aquella tragedia que literalmente abrió una gran herida en la ciudad, sin embargo su dramaturgia encuentra la manera justa de traer el recuerdo sin desmoronarnos con él.
Dirección y Dramaturgia: Noé Morales Muñoz
Producción General: Anima Escénica
Producción Ejecutiva: Ricardo Pérez /Imagina Entretenimiento.
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