Una
perversión exquisita
Llega para colarse en los
últimos días del año la esperada película “Nocturnal Animals”, del guapísimo (comentario sobrado pero lo tenía
que decir) diseñador de modas y reciente director de cine, el texano Tom Ford.
“El salvador de Gucci”
entró con el pie derecho y saco hipster de terciopelo en el mundo del cine con “A
Single Man”, cinta por la que recibió
excelentes críticas e importantes premios. “Noctural Animals” hizo su debut llevándose el Gran Premio del Jurado
de la Mostra de Venecia 2016, ahora todos estamos seguros que no se trataba de
un golpe de suerte. Tom Ford se ha ganado un respetable lugar como director y
guionista, en una faceta en la que apenas comienza.
Susan Morrow (Amy Adams),
propietaria de una galería de arte, recibe de su exmarido Edward Sheffield
(Jake Gyllenhaal) la novela que por fin termino, titulada “Animales Nocturnos”.
Susan quien ahora está casada con un médico, Hutton Morrow (Armie Hammer), se
deja consumir por la historia que tiene en sus manos, al mismo tiempo que busca
entre su pasado aquello que le impide seguir adelante.
Por favor tome lo
siguiente como un servicio a la comunidad. Es de vital importancia para que
pueda entender la cinta que identifique las dos historias que se están
fraguando en ella. Jake Gyllenhaal tiene dos papeles en la cinta, uno como el
exmarido de de Susan y otro como Tony Hastings, protagonista de la novela que
escribió. Tal vez hubiera sido más fácil que Ford hiciera dos películas
diferentes con este material, sin embargo, parece que confecciona por separado
dos historias y las une con un zurcido invisible en donde es fácil confundirse
si no está muy atento.
“Nocturnal Animals” es
impactante desde que comienza, si usted logra permanecer en la sala luego de la
introducción ya la lleva de ganar. Ese despliegue de escenas, me atrevería a
decir, grotescas y perturbadoras, con las que Ford comienza su segundo
largometraje, son sólo el anuncio de lo que vendrá y lo suelta así, a manera de desfile publicitario.
Ford nos muestra un mundo
podrido en una envoltura muy sofisticada. No cabe duda que tengo inclinación
por la nueva era de los estetas, la belleza de cada escena te invita a quitar
la imagen de la pantalla y colocarla en una galería de arte. Un thriller oscuro de siniestras tonalidades
escarlata, Ford es hedonista, atroz, sublime. Su hipnosis empuja a todos los
involucrados a dar lo mejor de sí; como el
caso del cinefotógrafo Seamus McGarvey (Fifty Shades of Grey, The Accountant),
quien quiero asumir que será más selectivo en sus trabajos a partir de esta
cinta, y del músico polaco Abel
Korzeniowski (Single Man, Penny Dreadful), quien ostenta una banda sonora
íntima y deliciosa, serena hasta en los momentos de caos.
Tom Ford basó su cinta en
la novela de Austin Wright, “Tony and Susan” de la que entrega una narrativa
fragmentada y compleja. Va de un tiempo a otro y de una historia a otra. Es un
verdadero reto no perderse en ella cuando las imágenes ejercen un poder
distractor al que da mucho trabajo resistirse.
Amy Adams ha sido la
chica de moda este año, sin embargo, no es precisamente la estrella que roba
las miradas en “Nocturnal Animals”. Los chicos malos de la película Michael Shannon y Aaron Taylor-Johnson tienen una actuación
sobresaliente, y en esta ocasión también podemos dejar un huequito en esta
lista de malditos, para odiar a Laura Linney. Jake Gyllenhaal se defiende muy
bien, pero creo que si “Animales nocturnos” logra llevarse algún premio por
actuación, ese será para los actores de
reparto.
“Nocturnal Animals” será
una de esas películas sin punto medio, o la amas o la odias. Hay en sus
entrañas un dejo de la influencia de grandes directores, pero sin lugar a dudas
la firma de Ford en ella la vuelve totalmente innovadora y vanguardista. Tom
Ford puede vestir a la condición humana con lo más selecto de la “Haute
Couture”, sus escotes asoman la elegancia grotesca de las criaturas de la
noche, lo cual resulta en una perversión exquisita.
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