Ciencia Ficción y Emotividad en equilibrio
con el universo
“Al César lo que es del
César…” En este caso el César, resultó ser el director canadiense Denis
Villeneuve (Prisoners, Sicario, Blade Runner 2049), quien logró encontrar con
“The Arrival” (La llegada), el punto de equilibrio entre lo emocional y la
ciencia ficción.
Zemeckis lo intentó con
“Contact” en el 97, y desde ahí hasta el 2013 con “Gravity” de Cuarón, un tema
que valiera la pena contar en cuanto a esos dos factores, había quedado perdido
en el espacio, sin embargo Cuarón, no presentó una cinta acertada en aspectos
técnicos y sentimentales, pero convenció con su belleza visual y eso lo disparó
a la estratósfera. En 2014 Christopher Nolan, cristalizó después de muchos años
y exagerada documentación científica a “Interstellar”, pero el peso técnico de
la cinta le puso al traste al factor sentimental. Nótese que dejé fuera a “Signs”
de M. Night Shyamalan porque resultó más cómica que sentimental, a “The Martian”
porque nunca la vi, y a películas previas a estas fechas por pertenecer a otro
momento y a lo más glorioso del cine de
ciencia ficción.
En el 2016 Villeneuve
reposiciona al cine de ciencia ficción con su acertada dirección y la selección
de quienes, junto con él, lo hicieron posible. La elección del elenco, el
guion, la fotografía y la música; con lo cual aumenta las expectativas para su
siguiente trabajo: “Blade Runner 2049”.
La historia se desarrolla
cuando doce naves extraterrestres se instalan en diferentes países alrededor del
planeta tierra. Nadie sabe cuáles son sus intenciones. El gobierno de EEUU
contacta a la Dra. Louise Banks (Amy Adams), una experta lingüista para
averiguar si los alienígenas suponen una amenaza o no. Junto con ella el físico
Ian Donnelly (Jeremy Renner) tendrán que rendir cuentas de sus investigaciones
al Coronel Weber (Forest Whitaker).
"The Story
of Your Life" del escritor Ted Chiang fue la base para que Eric Heisserer
pudiera desarrollar la historia que pondría a Amy Adams en la mira de todos los
premios. Su complicado personaje se debate entre su parte profesional y los
flashbacks que tiene sobre su hija muerta. Renner y Whitaker harán lo suyo para
hacerla brillar aún más.
Como en
“Gravity” el elenco se mantiene en “petit comité”, lo cual ayuda bastante a no
distraerse mucho de las cuestiones científicas de la cinta, que, al contrario a
“Interestellar”, esas cuestiones se mantienen accesibles a los simples mortales
sin necesidad de llevar consigo un libro
de astrofísica para Dummys.
La historia
cautiva desde el primer instante y se mantiene así prácticamente a todo lo
largo de la cinta, es cierto que por momentos se pierde un poco, pero endereza
el camino hacia la recta final. Si bien es obvio que la ciencia y los sentimientos
comparten el protagónico, me gustó mucho el enfoque y la importancia que le dan
al lenguaje y a la manera en que se despojan de pretensiones propias de la
especie, dando al aprendizaje más que a la imposición, la prioridad en la
comunicación.
Tiene unos
bellos efectos visuales, bella es también la fotografía de Bradford Young, tal
vez no alcance a superar a Lubezki, pero tiene sus asomos de Kubrick y eso, los
congratula con todo lo demás. El islandés Jóhann Jóhannsson, antiguo y futuro
colaborador de Villeneuve, hizo un excelente trabajo con la banda sonora. La
música es un poema hipnótico, una extraña mezcla entre lo clásico instrumental
y la música digital, que de igual manera de manda al espacio exterior o a las
profundidades de tu yo interno. En verdad fantástica.
“The Arrival”
avanza no de manera lenta, sino cadenciosa, es tan fuerte y tan sutil como Amy
Adams. Va y viene en el tiempo y su relatividad nos lleva del espacio sideral
al corazón. Es emotiva y sentimental a
pesar de estar a años luz del tono rosado, nos demuestra que hay que estar más
abiertos a aprender que a dominar y que hay cosas que por dolorosas que sean,
vale la pena volver a vivirlas.
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