30 Feria Internacional
del Libro de Guadalajara
El último sobreviviente del boom latinoamericano, Mario
Vargas Llosa, presenta en la trigésima Feria Internacional del Libro de Guadalajara,
su novela ‘Cinco esquinas’, al tiempo recibe un homenaje por parte de las nuevas
generaciones de escritores.
El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez fue en
encargado de acompañar en su homenaje por sus ochenta años, al Premio Nobel de Literatura 2010. A manera
de una charla entre amigos los dos escritores desmenuzaron el contenido de su
más reciente libro.
Para muchos jóvenes escritores latinoamericanos, Vargas
Llosa ha significado un nacimiento en su vocación y una inspiración para su
obra. Juan Gabriel Vásquez no es la excepción,
ya que a través de la lectura de los primeros libros de Vargas Llosa, desarrolló una relación personal con el
galardonado escritor peruano.
“Cuando
yo leí ‘ La ciudad y los perros’, tenía la
misma edad de su protagonista y la admiré enormemente”. Juan Gabriel
Vásquez reconoce que fue a los 20 o 21 años que descubrió su vocación como
escritor, en parte, gracias a la influencia de Vargas Llosa. El ya destacado escritor de 'El ruido de las cosas al caer' reconoce la escritura como una vocación exclusiva y excluyente, la cual no admite ser
compartida y exige se elimine todo lo que estorbe en la creación literaria.
Cambió de país, cambió de carrera, discutió con su familia para dar a su
vocación una dedicación absoluta.
Con estos antecedentes el colombiano dio inicio a la
charla que giró en torno a la relación que tiene la novela ‘La casa verde’ (1965)
y ‘Cinco esquinas’ (2016), en cuanto a la madurez del autor entre una y otra.
Vargas Llosa cayó en una introspección que revela un
grado de misterio en todas sus novelas. Nace la idea, la madura, comienza a desarrollarla
y después, comienza a escribir. No es sorpresa para nadie la fuerte relación de
Vargas Llosa con la política y con el periodismo. Él mismo no deja de
considerarse periodista, y el periodismo, como todo en Perú, se transformó en
tiempos de la dictadura de Alberto Fujimori. Con los recuerdos de esos cambios
que influyeron desde la vida social a la vida sexual de los peruanos, se da la
maduración para la historia que se vive en ‘Cinco esquinas’. Diarios con tintes
amarillentos inspirados en las andanzas de Fujimori y Montesinos, dieron pie al nacimiento de esta novela. Un momento
histórico, un régimen dictatorial y un Perú que nunca volvió a ser el mismo.
Vargas Llosa está convencido de que “la forma debe estar siempre al servicio de la historia”. Caso
contrario le resultó su novela ‘La casa verde’, en la que él considera que es
la única ocasión que en un libro suyo la historia es la que está al servicio de la forma. Algo que ahora, después de ese largo espacio
de tiempo entre una novela y otra se reprocha; ya que por el hecho de que la
forma no hubiera estado tan presente, la
historia no pudo ser más persuasiva.
“Como
escritor es importante hacerle sentir al lector que no está leyendo una
historia, sino que la está viviendo. Que el lenguaje desaparece dentro del
paisaje, de los personajes, de las canciones; porque la forma está tan
maravillosamente utilizada para dar realce y fuerza persuasiva a la historia,
que la forma parece desaparecer”.
Después de la presentación del libro, continuando con el
homenaje, el escritor se reunió con algunos representantes de las nuevas
generaciones de escritores latinoamericanos: los peruanos Santiago Roncagliolo
y Jeremías Gamboa, el mexicano Xavier Velasco, el chileno Carlos Franz y el
español Juan Bonilla. En una emotiva y hasta divertida convivencia, los “nuevos”
escritores hablaron de la influencia de Mario Vargas Llosa en su obra y formación.
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