El cine francés luce desértico
Tal parece que éste no es
el año del cine francés. Mucho se esperaba del reencuentro en la pantalla Isabelle Huppert y Gérard
Depardieu, pero “Valley of love”, sólo quedó en eso, en el recuerdo
de un suceso histórico, que nos limita de hacernos una opinión imparcial de la
cinta, porque el cariño que sentimos por sus protagonistas es grande y la
belleza de sus imágenes es mucha.
Isabelle (Huppert) y su
ex marido Gérard (Depardieu), se dan cita en un hotel cercano al Valle de la Muerte,
en el sureste de California. Su hijo Michael ha dejado instrucciones precisas
para esa reunión, con la intención de reencontrase con ellos después de su
suicidio. Isabelle y Gérard tendrán que superar sus diferencias para tratar de
entender las razones de su hijo en quitarse la vida y citarlos en una reunión
de locura.
En unas bellas pero áridas y muy calurosas
locaciones, Guillaume Nicloux dirige y
escribe una historia que pretende invitar a la espiritualidad, pero nos deja
más cerca de la confusión. Tal vez en un
intento por rescatar este encuentro memorable entre los iconos del cine francés
le puedo decir que aunque confusa en muchos momentos, tiene algunas escenas que
lo mantendrán despierto.
Es imposible dejar de
mencionar el efecto del tiempo en sus protagonistas, mientras Huppert se
mantiene bellísima y en extremo delgada, Depardieu está inmensamente gordo y
abotagado, tanto así que su actuación queda en duda al imaginar una persona de
esas características en esas condiciones ambientales. El suspenso se asoma
cuando empezamos temer que el actor
se infarte a media película.
Nicloux tiene unas tomas
muy bellas y la fotografía de Christophe Offenstein le da la gran gala a los
escenarios, pero la historia, que desde su premisa se presume absurda, termina
de perder toda su razón de ser en ese gran desierto. Las actuaciones la sostienen por momentos, pero
al final poco podrán hacer por ella.
La pretensión sepultó lo
que pudo ser algo memorable. En la recta final pareciera que araña la salvación
con una escena muy emotiva, pero sin remedio tendrá uno de esos desenlaces que
hace que la gente odie el cine de arte, de esos que sin darnos argumentos, nos
deja todo a la interpretación.
Usted tendrá que poner en
una balanza los pros y los contras de entrar a ver “Valley of Love, un lugar
para decir adiós”. De un lado pondrá a Gérard Depardieu esperando que su gran
peso sea suficiente inclinar la balanza en contra de su aversión a salir de la
sala de cine con cara de “¿what?”
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