Los secretos de la Casa Cuervo
Arremolinado en las faldas de la que
alguna vez fue considerada una montaña sagrada, se encuentra el pueblo de
Tequila, Jalisco. En sus áridos y rojizos suelos, sembrados de roca de
obsidiana y fecundados con ceniza volcánica, nace la planta que tiñe de azul el
alma de los mexicanos. El agave Tequilana Weber.
La Familia Cuervo inició su dinastía empresarial tequilera en territorio de La Nueva España en el año de 1758 con su primera fábrica, que lleva por nombre: La Rojeña. La Rojeña es la destilería más antigua de América, lo cual quiere decir, que Casa Cuervo estaba haciendo tequila, antes de México fuera México.
Con más de dos siglos de tradición tequilera, Casa Cuervo presenta la edición 2015 de Reserva de la Familia, en esta ocasión, el Restaurante La Plata (Av. Acueducto, esquina Patria), fue en anfitrión para que el Maestro Catador Tequilero, miembro de la Academia Mexicana de Catadores de Tequila, Mark Bayardo Wernette, nos hablara de las bondades del orgullo de la casa.
Hablar de Reserva de la Familia no
sólo es hablar de tradición, es hablar de tierra, tiempo y gente. Es hablar de
todos los secretos que intervienen en el
proceso de fabricación, desde el momento del cultivo y jima, hasta su envasado.
Un estricto control de calidad, aplicado a un proceso artesanal que demanda la
entrega y dedicación de todos los involucrados.
A lo largo de la cata, el Maestro Tequilero nos fue llevando de la mano, o tal vez debería de decir, de la nariz, a descubrir los nueve secretos escondidos dentro del tequila José Cuervo Platino y del extra añejo Reserva de la Familia. Dos sabores para dos gustos, para dos momentos.
Un verdadero viaje para los sentidos a través de los aromas herbales y cítricos, que abren paso a un sabor intenso y con carácter. A lo lejos se alcanzan a percibir rastros de vainilla y roble. Todo esto gracias al exclusivo método de “Esencia de Agave” desarrollado por la Casa Cuervo para elaborar su mejor tequila, resaltando los aromas y sabores del agave en un tequila suave pero de gran carácter que eleva a al tequila José Cuervo Platino a la categoría de Ultra Premium.
El abolengo sabe y excelencia se
siente, a la vista de color oscuro y cuerpo sedoso, con intenso sabor a madera
y almendras, así late en el paladar el Reserva de la Familia. Cuarenta meses en
barricas de roble americano y roble francés, envasados a mano y con sello de
lacre, reposan en una bella caja.
Para esta edición artista plástico Jorge Méndez Blake fue el encargado del diseño, en las cuatro caras de la caja, el tapatío plasmó imágenes de la selva yucateca y del volcán El Ceboruco.
Con los sentidos a flor de piel y al
sonar de las copas, terminó la demostración del Maestro Bayardo, dejando en
todos los presentes la esencia de agave regalo de la Casa José Cuervo con la
venia de Mayáhuel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario