"Por la manera de agarrar el taco
se conoce al que es tragón"
Se ha preguntado alguna vez ¿cuántas
cosas existen en nuestro país que podrían representar a un mexicano? La lista
es larga, y puede incluir desde alguna zona arqueológica, música, una de muchas
tradiciones, hasta un personaje ilustre; pero si hay algo a lo que el mexicano
siente un particular apego es sin duda la comida. Así que podemos decir que
cuando se piensa en un mexicano de inmediato vienen a la mente: el tequila, el
mariachi y los tacos.
Desde el año 2007, el 31 de marzo se
celebra el Día del Taco en México. No hay duda de que este “platillo” tan
característico de la gastronomía mexicana debía tener un día especial en el
calendario. Al parecer fue una iniciativa de la empresa Televisa otorgar el
reconocimiento a este manjar.
Es difícil hurgar en los orígenes del
taco, Wikipedia asegura que no se puede determinar con exactitud el momento
preciso en que El Taco hace su aparición en el mundo, cosa que me parece difícil
de creer, porque para el primer ser humano que probó un taco debería ser una
revelación, un milagro… ¡una epifanía!
Fray Bernardino de Sahagún, en su obra
Historia General de las Cosas de la Nueva España, habla de los gloriosos
momentos gastronómicos del emperador Moctezuma, o hace detalladas descripciones
de los mercados (tianquiztli), o tianguis para que me entienda, y menciona las
muchas formas en que se podía encontrar el maíz. Brebajes, atoles, tamales,
corundas, tlacoyos y claro, en tortilla. Sin embargo, Fray Bernardino no maneja
del concepto de “el taco”. También existe registro de la primera taquiza en México,
misma que fue protagonizada por Hernán Cortés y sus capitanes en Coyoacán. El glorioso
evento está documentado en la crónica de Bernal Díaz del Castillo "Historia
Verdadera de la Conquista de la Nueva España".
Por los registros históricos sabemos
que las tortillas se preparaban sobre piedras calientes, algunas veces con
frijol y chile. El guiso para acompañar, según la carne que se consumía durante
esa época, podía ser: guajolote o xoloitzcuintle. Fue así como nacieron los
quauhtaqualli, palabra con la los indígenas llamaron a este platillo, por lo difícil
de la pronunciación, los españoles se referían a él como taqualli, y con el
tiempo se adoptó el nombre de taco. Se asume que la razón de colocar este guiso
sobre la tortilla se debe a cuestiones prácticas, que facilitaban el trasporte
del alimento a los jornaleros.
Pero mientras en México especulamos
sobre todo esto, resulta que en Bagdad, Irak, sí se han encontrado grabados que
muestran el uso de una masa delgada, redonda, cocinada previamente, para
contener sobre ella ingredientes (que envuelta sobre sí misma cumple un doble
propósito: sujetar y ser comida). Durante el siglo V de nuestra era, en el
Kitab al-Tabeekh (libro de cocina) de Ibn Sayyar al-Warraq, se indica la receta
del kebap reposando sobre pan pita con especias. Esta comida llegó a ser muy
popular en la época, por práctica, económica, rápida y sabrosa.
En algunos de estos grabados se puede
observar como la carne de ternera y sobre todo de cordero era apilada (o más
bien atravesada por un alambre), conformando una brocheta al estilo del kebap. Esto
es lo que nosotros conocemos como “trompo” en los establecimientos que venden
los famosos “tacos al pastor”. Tal vez los culpables de esas similitudes entre
los gyros griegos y el donner kebab turco que finalmente llegaron a los puestos
de tacos mexicanos, son esos incansables viajeros como Marco Polo o Colón y su
ir y venir con especias y alimentos.
Los tacos han hecho gala de su mestizaje,
las variedades al día de hoy parecen infinitas, ahora resulta que tenemos tacos
en hojas de lechuga o en hojuelas de jícama, ¡hágame usted el favor! Si el maíz
era un alimento sagrado, ahora su hijo prodigo (la tortilla) se ha convertido
en una herejía.
“De
maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron
los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne
de nuestros padres”
*Popol Vuh, el Libro del Consejo, donde
se narra el origen de la vida Maya.
Cada Estado, cada región del país se
ha maquilado su propia versión del taco, los mexicanos no pensamos, o no
queremos pensar en raíces asiático-europeas, nos aferramos a un guiso “vernáculo”
y lo montamos en una tortilla para formar el taco con el que hablamos de Mérida
y su cochinita pibil, de Ensenada y su pescado, de la ciudad de México y las vísceras
que nunca se pensó comer. De Sonora y sus carnes, de Guadalajara y la birria, de
Hidalgo y su barbacoa, de León y sus sin sentido tacos de espíritu. De mi mamá
y sus frijoles para acabar pronto.
Vida hay una, tacos hay muchos por
obra y gracia de los dioses. Blanditos, dorados, sudados, con todo, sin nada.
Tacos para carnívoros, tacos para veganos y hasta tacos para alérgicos al
gluten. Los tacos tienen personalidad, la misma personalidad que tiene quien
magistralmente lo porta sujetando los extremos en posición erguida y levantando el dedito.
“Por la forma de agarrar el taco se
conoce al que es tragón”
Si esta filosofía no es mexicana, entonces no sé qué lo
es.
¡Feliz día del Taco!
http://vinisfera.com/r/archivo/122
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