Homenaje Póstumo al Fundador de la Revista Proceso
La FIL rinde un homenaje póstumo a
Julio Scherer. Entre amigos, anécdotas y añoranzas se celebró la vida y obra
del periodista y escritor mexicano, uno de los fundadores de la Revista Proceso.
Rafael Rodríguez Castañeda, actual
Director de la Revista Proceso habló con cariño de las experiencias vividas con
su entrañable amigo, de quien dice que aun las minucias las vivía intensamente,
lo que Scherer decía y por supuesto lo que ponía por escrito, estaba
perfectamente pensado, aun en la improvisación. Para Scherer, el periodista
tiene una responsabilidad con el mañana
que equivale a decir “la esperanza”, como demostró con su vida de periodista.
“Scherer no concebía al periodismo sin
la crítica, ni la crítica sin la investigación rigurosa que le diera sustento”.
Así lo mencionó el Dr. Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM, quien
además se tomó el tiempo de leer un fragmento dedicado al periodista en su nuevo libro “A quién le importa el futuro”,
donde habla de los personajes que hacen el mundo más habitable. Recordar a
Scherer es hablar del valor de la amistad y de la expresión de afecto a través
de la gratitud. Para quienes tuvieron la fortuna de convivir con él nos deja un
sentimiento de nostalgia y al mismo tiempo de fortaleza y gratitud.
La escritora, Premio Cervantes de
Literatura, Elena Poniatowska definió a
Julio Scherer como preciso. “Preciso, directo, intenso, le caía encima como un águila
a su interlocutor y ya no lo soltaba. Nadie lo podía acusar de no reflejar con
exactitud el espíritu y el contenido de las respuestas que los entrevistados
daban a sus preguntas, incluido “El Mayo” Zambada, quien aseguró que Scherer no
miente, quizá por eso aceptó su entrevista”. Poniatowska afirma que su amigo
vivió cada instante de su vida dentro del periodismo y para la noticia, nada lo distrajo
nunca. Habló también del libro “Entrevistas para la historia” y de los
personajes que ahí figuran.
Por su parte la periodista Carmen
Aristegui dijo que hablar de Julio Scherer es hablar de la historia de México,
es hablar de la historia del mundo, es hablar de esos grandes capítulos y de
cómo fueron contados. La historia de Scherer está ligada irremediablemente al
golpe de censura que propinó el entonces presidente Luis Echeverría al diario Excélsior.
Es hablar de todos los periodistas que
de ahí salieron con la frente en alto,
con dignidad y dispuestos a seguir dando la batalla desde el semanario Proceso, la principal revista de información y
análisis que tenemos en México. Aristegui recuerda a Don Julio como “un hombre
brillante agudo, intuitivo, insaciable curioso, curioso a más no poder”. Para ella
decir Julio Scherer es decir periodista, decir periodista es pensar en Julio
Scherer, es Scherer el periodista por antonomasia.
Julio Scherer Ibarra, agradece la
presencia de los asistentes reconociendo que hasta ahora entiende la profundidad
del vacío que la ausencia física de su
padre le dejó. Para él “El mundo ya no es el mismo porque Scherer García no está más en él desde hace 10 meses y 24
días”. La mejor manera de honrar su memoria es enriquecernos con su legado, nos
dejó lo más valioso que tuvo, sus entrevistas sus reportajes, sus artículos, sus
cartas y su Proceso.
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