Paraguay también hace cine
Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori
La vida te da sorpresas, sorpresas
te da la vida… y el cine paraguayo también. Muy grata además. Deje de leer y en
este mismo momento anote en su agenda cinéfila: “No debo perderme 7 Cajas”. ¿Ya?
Seguimos.
Corría el año 2005 en la ciudad de
Asunción, Paraguay. Mercado 4 para ser exactos. Víctor (Celso Franco) es un cargador
en un mercado, un muchacho que sueña con aparecer en la televisión. Víctor
descubre que la nueva tecnología en celulares permite no sólo tomar
fotografías, sino también filmar con ellos; cosa que viene a facilitar su sueño
de mirarse en una pantalla. Su hermana Tamara (Nelly Dávalos) le muestra un
teléfono que está vendiendo, a un precio que para el chico resulta
inalcanzable.
Gus (Roberto Cardozo) le ofrece la
oportunidad de ganar 100 dólares. Rompe el billete por la mitad y le da una de
las partes, con la promesa de entregar la segunda mitad del billete, a contra entrega
de 7 misteriosas cajas. Por medio de un teléfono celular se le darán los
pormenores del trabajo. Su amiga Liz (Lali González), para bien o para mal,
acompaña a Víctor en el juego de la huida.
No le voy a decir nada más por no
echar a perder la historia, pero lo que parecía un inocente trabajo da rienda
suelta a un thriller policiaco que no bajará de ritmo en toda la película. Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori
mezclaron Ciudad de Dios con Corre Lola corre, convirtiendo su primer
largometraje en un mercado (literal).
Mientras la película avanza, los que
no tenemos el sello de Paraguay en el pasaporte podemos pensar que la ciudad de
Asunción es un enorme mercado. Los pasillos y callejones parecen interminables,
Víctor es una aguja en un pajar. Perseguido durante 100 minutos y entretejiendo
otras historias entre un pasillo y otro.
Una película fuerte visualmente, sus
primeros minutos retratan escenas aceleradas, intempestivas y ligeramente
caóticas que podrían llevar al colapso a un agorafóbico. Y eso es nada más el aviso de lo que vendrá. El
guion tiene sus altos y bajos, no existe la perfección en nada, pero uno de los
méritos es que hacen una crítica social, una fotografía de la miseria y un
reflejo de la decrépita condición humana con humor. Sí, los paraguayos también
saben de humor negro. Negro intenso.
Los diálogos se mantienen brincando
entre el español y el guaraní, los subtítulos nunca desaparecerán de la
pantalla, cosa que se agradece, porque es casi imposible entenderla sin ellos. En
un país en donde el cine no es precisamente fuerte, las actuaciones se mantienen de una
manera natural, nada soberbio, pero creíble, parece que más de alguno se
interpretaba a sí mismo.
Una Ópera Prima por lo general es un
ramillete de sueños e ilusiones, un contenedor de energía que pocas veces es
superado cuando su éxito es de este tamaño. Una apuesta millonaria por algo que
no tiene más respaldo que el valor sentimental y la fe. 7 Cajas tiene toda esa energía, un montón de
ideas que podrán tener su inspiración en trabajos ajenos, a las que lograron
imprimir un sello personal.Paraguay la convirtió en tiempo récord en una
película de culto. Es cierto que no tienen mucho de donde escoger, pero para
una producción nacional que pudo desbancar a Titanic del primer puesto de la
taquilla es un logro gigantesco.
¿Por qué llegó a México hasta ahora?
No lo sé, es algo común que este tipo de cine se tarde en llegar, pero esta vez
exageraron. Una producción del 2011 que se vio forzada a retrasar su estreno
cuando le abrieron las puertas en el Festival de Cine de San Sebastián, en
donde se llevó el premio “Cine en Construcción”. La crítica internacional ha
sido buena con Maneglia y Schémbori. Ahora vamos a ver qué recibimiento le da
México.
Su país de origen fue generoso en la
taquilla, por desgracia el “Made in Paraguay” no le ayuda mucho a la
comercialización fuera de su tierra. Una película que podría considerarse de
bajo presupuesto en otras latitudes, para el país latinoamericano una inversión
de 650 mil dólares no es cualquier cosa. Por suerte su recaudación llegó a los 4.447.309.012
guaraníes (1 millón de dólares). Ya entenderá en su momento el tipo de cambio.
Una persecución emocionante, una
telaraña de historias con toque multicultural. Tiene su dosis de atrocidad,
misma que queda disimulada por el cinismo de su humor. No se sorprenda de no
sorprenderse, si usted pensaba que México era caótico, le diré que en todos
lados se cuecen habas y los paraguayos también les ponen chile.
Personajes memorables y una
tecnología vintage de última generación. ¿Es usted de esos que sienten que se les va la vida cuando
pierden la señal WiFi en su teléfono móvil?, entonces no debe perderse 7 cajas.
Porque tal vez en algún momento, también sienta que puede dar la vida por un
celular.
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