Documental de
Alan Stivelman
Después de un par de
intentos fallidos por ver este documental, por fin pude coincidir con él y
estar en la última función de la gira por México. El Cineforo tuvo tres
funciones para esta película, y no estoy diciendo tres días, sino tres
funciones en tres días diferentes, mucha difusión, mucha advertencia de llegar
con bastante anticipación para no quedar fuera y un pago extra en el boleto de
entrada que pasó de 45.00 pesos a 75.00 pesos para este evento.
Humano es un documental que
trata sobre el viaje que hace un joven (Alan Stivelman) a Cuzco, la antigua
capital del Imperio Inca ubicada en Perú. Alan se instala en las montañas
andinas con una crisis existencial a cuestas, una lista de doscientas preguntas
y su afán por encontrar las respectivas respuestas. Con poco más que una cámara
y su cuaderno se encuentra con Plácido un “chaman” andino a quien comienza a
recitar su listado de preguntas. Plácido le dice que tendrá que aprender a ser
Humano para conocer las respuestas.
Durante tres meses Alan y
Plácido realizaron rituales para alcanzar la consciencia, viajes al interior de
sí mismo que lo regresaban a su origen y a su conexión con la Madre Tierra para
entender su papel en este mundo, muchas hojas de coca fueron necesarias para
llevar a cabo el descubrimiento de su humanidad.
Si entendí bien Plácido pertenece
a los Queros (Q’ero), descendientes directos de los incas, custodios del
conocimiento original y de la profecía que habla sobre el gran cambio
(Pachacuti) en donde el mundo retomará la armonía pondrá fin al caos y el
desorden. Los Queros han vivido en lo alto de los Andes sin mucho contacto con
el resto del mundo.
"Sigue tus propias
huellas. Aprende de los ríos, los árboles, las rocas. Honra a tus hermanos,
honra a la Madre Tierra, honra al Gran Espíritu. Hónrate a ti mismo y a toda la
Creación. Mira con los ojos de tu Alma y comprométete con lo esencial".
Alan Stivelman está
llevando de viaje su ópera prima, acompañando personalmente cada presentación,
en donde habla de su catarsis personal al filmar este documental. Debo
mencionar que este chico se fue como decimos por acá “con una mano adelante y
otra atrás” sin más inversión que el boleto de llegada y algo de dinero para
subsistir, afortunadamente Plácido no le cobró honorarios y Starbucks no le requería
más que el precio de un café “alto” para disponer de internet y corriente
eléctrica para cargar las baterías de su cámara una vez al mes.
Resumiendo: fui a ver
Humano, me tocó tener la información de primera mano por la presencia del
director durante la proyección en donde nos dio los pormenores de su obra, una
sala de cine que regularmente está vacía, se encontraba al tope de su capacidad
a pesar de que el costo del boleto casi se había duplicado. Entre los asistentes
estaba la Abuelita Margarita descendiente de indígenas y promotora de las
culturas ancestrales, quien no dudo en tomar la palabra para felicitar al joven cineasta por su promoción a
este tipo de culturas. Muchas preguntas por la relación de la película con la
religión, alguna productora de cine se volcó en preguntas más técnicas que sólo
hicieron notar la naturaleza totalmente independiente de la cinta y yo seguía
sin entender por qué tanto escándalo con Humano.
Sin quitar el valor que
pueda tener el documental, para mí no dejó de ser algo demasiado íntimo, el
director está tratando de trascender su experiencia personal con algo que más
que la intención de promover una cultura ancestral, me da la impresión que está
buscando fondos para financiar su próxima película. Humano es el reflejo de lo
que las redes sociales pueden hacer, muchos seguidores, pocos de los cuales le
han invertido dinero en ver la película. Humano está en línea y sólo debes de
pagar el equivalente a 5.00 dólares o comprar el dvd en 15.
La película se ha
presentado en diversos festivales, como el de Varsovia, el de Mar de la Plata,
en Brasilia y varios más en Latinoamérica principalmente, sin haberse llevado
ningún premio que yo sepa. Se ha traducido a 7 idiomas y cuenta con más de 115
mil seguidores en todo el mundo. En su propia página se refiere a la cinta como:
“El documental ha demostrado que otra forma de hacer cine es
posible, tanto en su producción como en su exhibición, donde se aprovecha al
máximo el uso de la tecnología y las redes sociales. Gracias a la ayuda de más
de doscientos humanos que colaboraron como mecenas, técnicos y colaboradores se
ha podido generar esta película que habla de lo que somos”.
Estas últimas líneas
representan el valor de esta película, su valor radica en su manera de
producir, proyectar y distribuir cine a través de las redes sociales. Tiene un
mensaje espiritual es cierto, y aunque, insisto, resulta demasiado personal,
hay algo que cada persona puede rescatar para sí misma, pero al final se vuelve más una búsqueda de capital que un mensaje. Y no
digo que no esté justificado, claro que se necesita vender la película para
poder financiar los gastos de futuras producciones, pero voy más con la idea de
que la película se venda por sí sola, por su valor cinematográfico y no por la
titánica labor de su creador para venderla, porque a mi punto de vista eso la
reduce a un experimento de marketing. Stivelman está distribuyendo
personalmente su película, tal vez eso sea un hecho sin precedentes en el cine independiente
latinoamericano, la sala de cine no solicitó la proyección de su película, fue
él quien rentó la sala para exhibirla y se cobró un sobreprecio por eso o por
alguna otra cosa que nadie se molestó en explicar.
Me resulta inevitable hacer
comparaciones y en este caso en particular la comparación será con el trabajo
del también argentino Hernán Vilchez con: Huicholes: Los Últimos Guardianes del
Peyote. Un documental, una causa, la filosofía de una comunidad indígena y un
mensaje universal que ha hecho la gran mayoría de sus presentaciones de manera
gratuita o con un costo de recuperación mínimo. Un par de premios, una
excelente crítica y todo acompañado del andar personal de Vilchez, aunque es un
documental que puede transmitir un mensaje
sin necesidad de la traducción de su creador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario