White Shadow
Noaz Deshe
Ser Albino en África es nacer con la
sentencia de muerte tatuada en la piel, es convertirse no sólo en el centro de
las burlas de los demás, sino saberse una presa de caza más en la sabana
africana, sus manos compiten en precio con los colmillos de elefante, sus vidas
son cortas y mueren de la peor manera, por la mano del hombre y en nombre de la
brujería.
“El
albinismo es un defecto genético que provoca la incapacidad de producir la
sustancia que da el color a la piel, al cabello y el iris del ojo, la melanina.
Su incidencia en Europa y EE.UU. es de 1/20.000 y en Tanzania se da una de las
mayores tasas del mundo 1/1.420. En los últimos quince años, más de 75 personas
con albinismo han sido asesinadas en Tanzania y Burundi, la ONU denunció
recientemente que desde el año 2007 se están extendiendo los ataques debido a
la creencia de que tienen poderes mágicos y algunas partes de su cuerpo son
poderosos ingredientes para pociones mágicas”.
Esto está pasando hoy, ¡HOY! Y se ha
convertido en una alerta nacional, hace apenas seis años se juzgó a los
asesinos de un albino siendo condenado a la horca. Lo que no ha resultado una
solución para nada, ya que ahora los brujos y traficantes evitan asesinarlos,
realizan las amputaciones que necesitan y los dejan vivir, con lo cual
consiguen una condena de 5 a 8 años de prisión en caso de ser detenidos.
Con estos antecedentes se filma Sombra
Blanca (White shadow), no es un documental, aunque podría serlo, pocos notarían
la diferencia. El primer largometraje del israelita radicado en Alemania, Noaz
Deshe con el que entró al reto no sólo de tocar un tema complicado, sino que
además se dio el lujo de hacerlo con actores
no profesionales y digamos que prácticamente la hizo solo: dirección, guion,
fotografía, música, edición, etcétera; creo que sólo le faltó hacerla de la
chica del café.
Alias (Hamisi Bazili) es testigo del
brutal asesinato de su padre (Tito D. Ntanga) quien al igual que él es albino.
Su madre (Riziki Ally) en un intento por
salvarlo de correr la misma suerte que su padre lo envía con su tío Kosmos
(James Gayo), pero éste en vez de
ayudarlo lo explota y expone al acoso de los compradores. Vendiendo
entre los autos piratería, al inclemente rayo del sol y recibiendo frases como “carne
de cerdo” pasan los días para Alias quien encuentra en Anoinette (Glory
Mbayuwayu) su única razón para salir adelante.
Deshe utiliza su película para
denunciar estos actos, para llamar la atención de la comunidad internacional y
poder poner fin a esta cacería. No es para nada una película agradable, si
usted es de los que van al cine por pasar un buen rato, es mejor que se
abstenga. Sombra Blanca es dolorosa en extremo, no sólo hace una feroz crítica
a la sociedad africana por permitirlo y por poner “soluciones” que sólo
incrementan la violencia alrededor del tema. También pone de manifiesto los
malos usos de las religiones y la pobreza eterna de este continente. No es una película que busque premios o aceptación, aunque ya cuenta con el León de Oro de Venecia, es una película que busca un foro para trasmitir un grito de auxilio.
Se requiere de mucho valor para ver
esta película, pero no hace falta mucho corazón para correr la voz y ayudar a
que el horror que viven los albinos en África termine. En el link de abajo hay
una excelente nota al respecto de Francisco Javier Tostado Fernández, infórmate
y difunde. Sombra Blanca es sólo la punta del iceberg, una realidad atroz está
debajo de ella.
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