Laurence
Anyways
Xavier
Dolan
Laurence Alia (Melvil
Poupaud) es escritor y profesor de literatura, tiene una relación con Fred Belair (Suzanne Clement) en la que todo
parece ir de maravilla, más que amantes son los mejores amigos y confidentes,
se aman y saben que son el uno para el otro hasta que Laurence confiesa a Fred
que tiene un problema, hay una mujer habitando en su cuerpo, no es homosexual
pero no está hecho para ser hombre y está decidido a cambiar de sexo. El amor
entre los dos es enorme, pero esta decisión los llevará por diez años a
debatirse entre permanecer juntos a pesar de todo o a quedar atrapados en la
intolerancia junto con todos los demás.
“Sobre aviso no hay
engaño” y Dolan lo advierte: vamos a ser testigos y espectadores de una
historia de dolor e incomprensión. Una mujer en el cuerpo de un hombre.
Ya había comentado antes
que me tocó conocer el trabajo de Xavier Dolan de atrás para adelante, vi
primero su 4ª y 5ª película y la verdad es que pensaba que Mommy era lo mejor
de lo mejor, y lo es, no es que piense que dejó de ser maravillosa, pero desde
el momento en que comencé a ver Laurence Anyways no podía más que sonreír, sí,
sonreír; casi podría decir orgullosa por ser testigo de la madurez de este
jovencito. Tres películas necesitó este hombre (el muchachito ya quedó atrás) para alcanzar
la madurez como director, después de Laurence Dolan puede hacer lo que le dé la
gana, es más si decidiera dirigir Rápidos y furiosos 12 no me la perdería.
Sí, estoy exagerando ya
sé, pero es para que no quepa duda de lo que ésta película en particular
significa para Dolan, independientemente de los premios que recibió, me da la
impresión que se ganó para siempre el respeto y el reconocimiento a su talento,
es decir, no es casualidad, no es suerte de principiante, es el comienzo de una
larga historia de triunfos.
“Busco a una persona que
hable mi lenguaje y lo entienda, una persona que sin ser un paria cuestione no
sólo los derechos y el valor de los marginados, sino también de la gente que
reclama (exige) ser normal…”. Así habla Laurence a sus alumnos citando a Proust.
Tal vez resulta
repetitivo decir que Dolan dirige, actúa, escribe y produce sus películas,
aunque en esta ocasión sólo lo vimos como extra así de pasadita, pero Dolan también edita y diseña el vestuario
y participa con la musicalización de la película. Son estos detalles los que
particularmente saltan a la vista en los 168 minutos que dura la cinta.
El estilo visual es
impactante, está llena de escenas que te roban el aliento por su belleza e
intensidad, quisiera dar el crédito a cada una pero la nota resultaría eterna, así
que si se trata de escoger me voy por la de llegada a la Isla Negra en donde
les llueve ropa de colores, o tal vez la de Fred leyendo los poemas de Laurence
en el sillón de su casa, o cuando llega a su casa desecho y lo recibe su madre,
claro que también está la escena de la fiesta…¡No puedo decidirme por una!
La música pudo haber sido
nominada a mejor actriz, como fue el caso de Suzanne Clément, porque la mitad
de la película gira en torno a ella, una década musical en donde interviene The
Cure, Depeche Mode, Celine Dione, Duran Duran, alternando con Beethoven, Brahms
y la música electrónica de Moderat. Eduardo Noya Schreus y Ashley Long,
más conocidos como NOIA fueron los encargados de la composición de la música
original de la cinta. Más que escenas podemos decir que Laurence Anyways está
ensamblada por videoclips y maquillada en los tonos chillantes y escandalosos
de los 90’s.
La ausencia de Xavier
Dolan en la actuación se compensa con su mayor participación en otras áreas que
vinieron a enaltecer el rol de sus protagonistas, los dos con actuaciones
maravillosas, pero las palmas se las doy a Suzanne. Así como he visto la evolución
de Dolan, he visto la de los actores que trabajan con él, porque pareciera que trabaja
con su familia, Suzanne Clement me ganó con su personaje en Mommy en un rol en
donde prácticamente no decía nada, salvo lo que expresaba con su mirada, en esta ocasión Clement se desborda y nos lleva a todos con ella entre su amor
y su frustración.
Monia Chokri hace de Stéfie
Belair, hermana de Fred en un excelente papel. Me dio mucha risa ver a Antoine-Olivier
Pilon, quien más adelante sería el protagonista de Mommy, y su sorprendente
parecido con el clan de los Culkin, ahora entiendo su relación con las escenas
que Dolan incluye en esa película.
En resumen: sumamente
complacida, contenta y maravillada, así salí después de casi tres horas de
película, más que una denuncia a la intolerancia, es una historia de amor, más
que la narración de una transformación es un grito de libertad que tomó una década
para ser escuchado.
Con Laurence Anyways completo
el ciclo de este director y estoy más que ansiosa por ver su próxima película The
Death and Life of John F. Donovan que se estrenará en 2016 en donde Dolan entra
al mundo de Hollywood de la mano de Kathy Bates, Susan Sarandon, Jessica
Chastain y Kit Harington (El juego de Tronos). Espero que Dolan se mantenga
estoico ante Hollywood y que Hollywood sobreviva a Dolan.
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