21 nov 2014

20 de Noviembre, la Revolución es otra


20 de Noviembre
 la Revolución es otra

La Revolución tomó un nuevo significado, ayer México no clamó por glorias pasadas, México clamó para que la justicia aparezca. Los mexicanos se pusieron en movimiento una vez más,  decenas de miles de personas salieron a las calles en todo el territorio nacional, de Aguascalientes a Zacatecas para decir “Ya basta” para pedir justicia por los muertos y desaparecidos. Los mexicanos en todos los rincones del mundo también se hicieron escuchar, cientos de imágenes desde Rusia, Australia, España, Argentina, Chile, Francia y  muchos otros países circularon por las redes sociales para mostrar su apoyo con el pueblo mexicano.

Es cierto que también circularon imágenes de violencia y de abuso de autoridad, la presencia de anarquistas, infiltrados o no, dejaron algunos sucesos que lamentar, sobre todo en las marchas que se realizaron en el Distrito Federal, pero sin desviar la atención del tema (que es lo que pretenden), puedo decir que esta marcha mundial es la más grande manifestación de solidaridad no nacida de un desastre natural que he visto en México.

Hablando específicamente de lo que me tocó ver, puedo decir que me siento orgullosa de mi ciudad, Guadalajara dio señales de vida, a un mes de la primera marcha que se realizó en esta ciudad, la cantidad de manifestantes en esta segunda marcha se multiplicó. Guadalajara desgraciadamente es apática por naturaleza, pero en esta ocasión en vez ver menguar la cantidad de tapatíos en las calles, los tapatíos dieron muestra de estar saliendo de esa apatía.

Pacífica, ordenada y limpia fue la manifestación de ayer, sin actos de violencia, con incontables muestras de inconformidad, de coraje e indignación pero manteniendo la calma. No sólo la comunidad universitaria estaba presente, había hombres y mujeres adultos, había personas de la tercera edad, había niños; familias enteras caminando tomados de la mano y alzando sus voces.

Marchamos por algunas de las principales avenidas de la ciudad, mucha gente se fue uniendo a la marcha, muchos no tenían la intención de participar pero finalmente se unieron al movimiento. Fui testigo de los que se bajaron de la bici para caminar con nosotros, de otros tantos que dejaron a un lado su tarde de compras por el centro para gritar “Guerrero aguanta, Jalisco se levanta”. Muchos mirones, muchísimos que sólo nos vieron pasar, pero que aun sin quererlo fueron parte del movimiento.

La policía y los agentes viales estuvieron ahí para ir cerrando calles a los automovilistas y permitir el paso a los manifestantes, algunos no aguantaron y hasta sacaron su celular para tomar fotografías. Me dio gusto también ver la unión de las comunidades universitarias, los frentes estudiantiles de las universidades del estado estaban ahí, dejando a un lado cualquier tipo de rivalidad, propia o heredada que pudieran tener.

¿Quiénes fueron los ausentes? Los representantes del gobierno, las grandes cadenas televisoras de México que habían prometido cámaras y micrófonos para los manifestantes y nunca llegaron, los representantes del clero, que en otros estados se han mostrado solidarios con el movimiento en Guadalajara cerraron las puertas de sus iglesias, ni siquiera los comerciantes hicieron eso, en serio que la manifestación nunca se mostró como una amenaza.

Faltaron los apáticos, faltaron los que se quedaron en casa a renegar por toda esa gente que no tiene nada que hacer más que estar causando problemas y congestionamientos viales, los que piensan que no se conseguirá nada y que no vale la pena desgastarse en el intento. Faltaron los quejumbrosos de sofá, los que llenan sus muros en las redes sociales maldiciendo al  gobierno que tienen, pero sin mover un dedo por lograr un cambio, los que nos toman como un dolor de cabeza o al menos como una piedrita en el zapato. Faltaron los que aplauden a lo lejos, los que comparten tus fotos y echan muchas porras porque está “in” ser inconforme, pero postean desde el cafecito de las 6 de la tarde ¡Faltaste tú!

Guadalajara dio señales de vida, Guadalajara marchó y gritó por justicia, es cierto que hace falta mucho más que eso para conseguirla, es cierto que el camino es largo y que tal vez el cambio no se consiga de la manera cómoda en que lo queremos pero hoy el gobierno sabe que estamos inconformes, sabe que ya no puede dar más atole con el dedo porque sus intentos por pararse frente a nosotros de manera digna y señalarnos ya no le funcionan. No más explicaciones estúpidas y reprimendas con aires de solemnidad, de eso ya estamos cansados.

Poner a México en movimiento ha costado grandes cantidades de sangre, mantener la marcha tal vez pueda costar más sangre aún, pero desistir ahora sería como pensar que esa sangre no tiene valor. Solidarios no sólo con Ayotzinapa, solidarios con esa larga lista de “eventos aislados” a lo largo de todo el territorio nacional. Solidarios con México, pero sobre todo solidarios con nosotros mismos y con el valor que como mexicanos tenemos.



Fotografías de Eduardo Juárez 




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