Tom
Cruise por fin cumple
Adler Berriman Seal, o Barry Seal, fue
un piloto que trabajó para la CIA al tiempo que traficaba con droga. Se
convirtió en informante de DEA luego de ser arrestado en 1984 por lavado de
dinero y contrabando. Después de testificar en contra de sus empleadores
colombianos, en lo más álgido del escándalo “Irán-Contras”, Seal hizo revelaciones sobre la presunta
participación de la CIA en el financiamiento a la “Contra” con recursos del narcotráfico.
Llegó a ser el más grande transportador de droga de Norteamérica, en los
aviones C-123 Provider de la CIA.
Nada más atractivo para hacer una
biopic que un personaje que vivió tambaleándose en la línea que divide el bien
del mal. Y aunque físicamente Barry Seal no es muy parecido a Tom Cruise,
parece que el actor de “Mission: Impossible” por fin consiguió mantenernos en
suspenso en una de sus películas.
American
Made (Barry Seal:
El traficante) está dirigida por Doug
Liman (Edge of Tomorrow) quien se ha mantenido con altos y bajos en su carrera, pero en general las películas de acción le salen bien. En este caso logra
mantener la emoción y la curiosidad en la cinta, ayudado por un toque de humor
que la vuelve muy relajada y fácil de digerir. Gary Spinelli se tomó demasiadas
licencias argumentativas con la historia real, aunque la historia fluye a pesar
de eso, ya que los detalles más importantes en la vida de Seal están bien
señalados. La música y la fotografía no merecen mayor comentario que un: bien a
secas.
En cuanto a la actuación, me parece
que los reflectores hacen lo suyo únicamente con el Sr. Cruise, y aunque Domhnall
Gleeson sale muy bien librado, da la impresión (como en todas las películas de
Tom Cruise) de que sin él la película no existe. Jayma Mays tuvo sus cinco
minutos para hacer lucir su acento sureño y Sarah Wright pone su cara bonita
para el papel de la esposa de Seal.
Si a usted como a mí le llegó el
rumor de que la actuación de Tom Cruise es “Oscarizable”, déjeme decirle que no
es así, o al menos espero que no lo sea.
American Made tiene todo el
estilo y gracia de Erin Brockovich, pero
Tom no logra toda la soltura de Julia Roberts, a pesar de que sigo pensando que
el Oscar de la Roberts fue demasiado. Con los señores de la Academia nunca se
sabe, sin embargo, es por todos conocido el hecho que les encantan este tipo de
películas y los actores cuentan con que
son el tipo de trabajos que les pueden resultar en grandes premios. Si no me
cree pregúntele a DiCaprio o a Sandrita Bullock.
American Made es entretenida, una de
esas cintas ideales para conocer los detalles de un personaje “interesante” y
pasar un buen rato en el cine. En temporada de series de “Narcos”, nuestros
vecinos del norte están ansiosos de tener su propio antihéroe de la vida real y
Barry Seal encaja perfecto. La película tiene su buena dosis de sarcasmo y
señala con mucha gracia los desaciertos de la política norteamericana con
respecto a las guerras y el narcotráfico. Así que los detractores de Trump,
estarán muy complacidos con ella; por lo tanto, anóteme en la lista por favor.
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