Estridente,
pero disfrutable
Definitivamente Guy Ritchie no es
Peter Jackson y ‘King Arthur: Legend of the Sword’ no es ‘The Lord of the Rings: The Return of
the King’, pero digamos que este inglesito que logró despuntar con ‘ Sherlock Holmes’ y consolidarse dentro del
cine de acción con ‘The Man from U.N.C.L.E.’ ya se puede dar el lujo de
arriesgarse con proyectos de este tamaño, no por nada le asignaron ya el Live
Action de ‘Aladdin’.
Del Rey Arturo se ha dicho mucho,
las versiones de la historia son tantas que ya no se trata de escoger la mejor,
sino la que se adapte al gusto de cada quien. Guy Ritchie dispuso de 175
millones de dólares para hacer la suya, y parece que sus versiones de los
grandes personajes tienen mucho que ver con despojarlos de su grandeza y
arrastrarlos por el lodo, convirtiéndolos en simples mortales, pero con súper
poderes.
Camelot, año por determinar. El tirano
Vortigern (Jude Law) ha asesinado a su hermano el Rey Uther (Eric Bana) y a su
esposa. El pequeño príncipe Arthur (Charlie Hunnam) logra escapar y es
rescatado por una prostituta, quien desconoce su origen y lo cría en un burdel.
Así como lo lee, Ritchie convirtió
al famoso Rey Arturo en un bandolero bueno para los trancazos (y la espada
claro) a quien la corona nada le importa. Alguien más parecido a Robin Hood,
con todo y su banda de forajidos,
inclusive más parecido a ‘El Zorro’, que al más sensato de los monarcas.
Para eso requirió de un equipo de guionistas que le echaran la mano con su loca
versión de esta famosa leyenda: Joby Harold, Lionel Wigram, David Dobkin y el
propio Ritchie.
Charlie Hunnam (Sons of Anarchy)
quedó muy lejos de Sir Sean Connery en cuanto a majestuosidad y clase, y aunque
se le ha considerado buen actor (yo no lo había visto), para esta cinta se
requirieron más de sus músculos, que son muchos y muy bien puestos, que de sus
capacidades histriónicas. Creo que lo más soberbio de la cinta resultó la breve
participación de Eric Bana, quien en serio parece tener todo para ser de la
realeza, la corona le viene muy bien.
‘El Rey Arturo: La Leyenda de la
Espada’ es la versión más simpática que he visto hasta ahora, ese toque de
cinismo y de humor negro de Ritchie me encanta, y aunque parece fuera de lugar
en una historia así, créame que si usted no es amante de los excesos en el CIG,
y mire que esto tiene toneladas de ellos, la desfachatez del guion será lo
único que puede rescatar esta película.
Otro punto a favor de la cinta, que
también ayuda (y mucho) a rescatarla es la banda sonora. Daniel Pemberton (Steve
Jobs, The Man from U.N.C.L.E.) hizo un trabajo extraordinario. Si hay una
palabra que puede definir a la cinta, esa es: ruidosa. Pero la música de
Pemberton es bien recibida a altos decibeles, tiene la fuerza salvaje y el
misticismo de una batalla vikinga. La amé.
Entiendo a la perfección cada una de
las malas críticas que la cinta ha recibido, sé que la falta de seriedad con la
que este hombre ha tomado a una de las leyendas más queridas de todos los
tiempos les puede resultar hasta ofensiva, y la verdad es que me la he pasado
tratando de justificar la razón por la cual yo me la pasé bien con ella; pero
creo que llegó el momento de aceptar que esto es más un gusto culposo que una
buena película.
Para acabar pronto puedo decir que,
más que una película, es un videojuego. Tiene animales fantásticos, tiene una
alta dosis de fantasía y magia, y una buena cantidad de hombres bellos, incluido
David Beckham. A quien el director tuvo a mal desfigurar su bello rostro, pero
no se molestó en hacerle el doblaje de voz. Ese hombre está para sentarse y
sonreír, ahora sí que “calladito se ve más bonito”.
Un detalle que me llamó mucho la
atención es que las mujeres no sobresalen en la cinta, salvo la sustitución de
Merlín, por ‘La Maga’ (Astrid Bergès-Frisbey), los roles femeninos se mantienen
muy discretos, cosa rara en temporada de empoderamiento femenino. Bellas, pero
casi imperceptibles, con diálogos microscópicos y en situaciones “desechables”.
No hay romance, no escenas de sexo, vaya, ni un escote siquiera.
‘King Arthur: Legend of the Sword’ es
estridente e irrespetuosa, tiene casi tanto CIG como ‘Transformers’ y más
animales fantásticos que ‘Harry Potter’. Tiene buenas secuencias de acción, un
guion muy cínico que la hace muy divertida (o descarada según sea el gusto) y
una música tan ruidosa como espectacular. No es para todos los gustos, pero
funciona bien para pasar el rato.
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