Obra documental sobre Calzado Canadá
Una agradable sorpresa me
resultó “La Fábrica”, una obra documental basada en las memorias de los
extrabajadores de la extinta fábrica de calzado Canadá.
La obra, creación y
dirección de Claudia Anguiano “Clos”, cuenta con la participación de tres
actores: Meztli Robles, Jesús Estrada y Mario Iván Cervantes, además de
elementos multimedia con los que proyectan los testimonios. Tanto Claudia
Anguiano como Mario Iván Cervantes montaron en un escenario las historias de
sus respectivos padres: Gabriel Anguiano García “El Capi” y José Refugio
Cervantes Padilla “El Chino”, ambos empleados de Salvador López Chávez,
fundador de Calzado Canadá.
Resultó brillante traer a
escena los testimonios de los trabajadores de lo que fue el consorcio zapatero
más grande de América Latina. Ya que para muchos tapatíos, dicha fábrica, formó
parte de su vida en algún sentido. Todo un fenómeno social, que nació de uno de
los oficios más populares en nuestro estado, el de zapatero.
¿Qué
es lo que se te viene a la mente cuando piensas en Calzado Canadá?
Los actores lanzan la
pregunta al público. Lo primero que pensé es que: "¡los odiaba! Eran zapatos que
no les pasaba nada, yo quería estrenar y nada, los zapatos de la escuela
seguían como nuevos."
Entre el público no faltaron exempleados de la fábrica o
familiares de ellos, para compartir sus recuerdos.
Al ir escuchando un
testimonio tras otro, fue imposible mantenerse al margen. Historias que
conmueven y traen consigo un montón de recuerdos. El logotipo, la publicidad,
el olor a hule y las diferentes marcas que manejó la empresa comienzan a
brotar.
Lo que nació como un
proyecto personal, como una especie de homenaje
a los miles de trabajadores que en su mayoría, trabajaron por más de 20
años ahí, y que sin dudarlo un segundo volverían a hacerlo; se convirtió en un
recuerdo viviente para los asistentes.
“La Fábrica” tuvo una
corta temporada en LARVA, confío en que pronto encontrará un nuevo escenario
para compartir la experiencia de vivir en Guadalajara entre 1940 y 2002, año en
que Calzado Canadá fue vendida a Coppel.
Aurelio
López Núñez, arrancó el negocio con un
taller de reparación y fabricación de calzado con seis obreros que producía
cinco pares de zapatos diario. Su hijo, Salvador López Chávez, invirtió
el dinero ahorrado de su trabajo en Estados Unidos en la compra de máquinas. El
taller se fue transformando en una pequeña fábrica y en 1940 se inauguró la
empresa Calzado Canadá. Al principio la industria contaba con doce empleados y
se dedicaba a la producción de calzado masculino. Para evitar el rechazo hacia
los productos nacionales utilizó la marca Canada Shoes.
El
interés de Salvador López Chávez por las innovaciones tecnológicas logró que en
la década de los cincuenta, la fábrica fuera la primera en utilizar equipo de
cómputo. Además siempre interesado por estar a la vanguardia, logró adaptar el
sistema de banda que utilizaba la industria Ford, aumentando así la
productividad de la empresa.
Calzado
Canadá se consolidó como el consorcio zapatero más grande de América Latina al
mudarse al Jardín Industrial Canadá inaugurado en 1972 por el presidente de
Chile Salvador Allende y el ejecutivo nacional Luis Echeverría. Llegó a tener
más de 12 mil empleados entre zapateros y administrativos y una producción
diaria de 60 a 70 mil pares de zapatos.
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