Spectre
Sam Mendes
La Saga del carismático
agente secreto James Bond, mejor conocido como el 007 llega con su entrega
número 24, por desgracia tengo malas noticias para los fieles seguidores de
Bond; Spectre entretiene, y mucho, pero no convence. Si usted como yo esperaba
verlo resurgir, no digo desde las cenizas porque Casino Royale ya le había dado
una ayudadita, sino afianzarse al que todo el mundo llama “el mejor James Bond”
(cosa que a mí no me ha convencido), déjeme decirle que el orejón agente no
sale bien librado de esta entrega.
James Bond (Daniel
Craig) se encuentra en la Ciudad de México tras la pista de Marco Sciarra
(Alessandro Cremona), siguiendo las indicaciones que la desaparecida “M” (Judi
Dench) le dejó en un video. Bond comienza a ligar una pista tras otra para dar
con la primera plana de la organización criminal Spectre. Mientras el recién
titulado “M” (Ralph Fiennes) entra en un duelo político con “C” (Andrew Scott)
y sus intenciones de finalizar el programa 00.
La verdad es
que la trama está mucho más complicada de lo que acabo de decir, ya que los
tentáculos de Spectre llegan hasta “El Satánico Dr. No” jalando al presente
recuerdos de pasadas entregas que le dan un toque nostálgico. Villanos
memorables, y otros no tanto nos darán un recuento más que una historia.
Esa terquedad
de convertir al “indespeinable” agente en un simple mortal comienza a impregnar
de noñez la saga. Está bien que sude poquito, que sangre y que sufra, pero que
no se convierta en la Madre Teresa de Calcuta. ¿El 007 un agente políticamente
correcto? ¡No por favor! A lo único que nos lleva esto es a tener a una Lucia
Sciarra (Monica Bellucci) por escasos segundos y con demasiada ropa. Eso, hasta
a mí me caló.
Los villanos.
Creo que esta cosa de los villanos radica el equilibrio del universo, entre más
malo es el villano más fregón es el agente ¿cierto? Bueno, pues Mr Hinx (Dave
Bautista) me gustó a medias, me recordó mucho a “Jaws” (Richard Kiel) de “The
Spy Who Loved Me”, no por el parecido físico, sino porque son algo así como una
maldad en bruto, nada brillantes, pero unas verdaderas bestias, una mole
hablando en específico de Bautista. Me hubiera gustado verlo romper más huesos
que de chofer, pero fue suficientemente malo. Quiero decir fue un buen
malo…usted me entiende.
La desilusión
total me vino con Franz Oberhause (Christoph Waltz), con todo y sus dos litros
de peróxido, Silva (Javier Bardem) se lo llevó de calle. Tal vez lo que me pasa
es que cada que veo a Waltz quiero ver al Coronel Hans Landa (Inglourious
Bastards), pero parece que con cada papel Waltz se aleja más de ese hijo
de la mala madre que lo parió, porque no
ha logrado otro villano que siquiera se le acerque. Tal vez la cabeza de
Spectre es una mente brillante, pero ¿y el cinismo? ¿Y la crueldad desmedida?
Sepa Dios en dónde quedó.
Ahora vamos con
la chica Bond, la Dra. Madeleine Swann (Léa Seydoux) hija de Mr. White
(Jesper Christensen). Muy linda eso que ni qué. A pesar de salir con escaso
maquillaje Sam Mendes le impuso la elegancia a la francesa, pero se quedó corto
con la sensualidad del personaje. Claro que si pienso en "La vida de Adèle”
pues no habrá pasión que la alcance, pero sí esperaba algo más intenso para el
Sr. Bond, algo más acrobático por llamarlo de algún modo, pero no, todo light. O
los niveles de testosterona del 007 están bajando, o la Srita. Swann tiene una
pasión bipolar y va de infantil a seductora, de infantil a seductora, de
infantil a seductora…
El guion tiene
sus altos y bajos, uno que otro chiste ligero como es su costumbre, pero la
historia tiene tantos recovecos que nos topamos con dos o tres picos y luego
puras mesetas. Claro que a James Bond le
hemos perdonado muchas incongruencias por mucho tiempo y lejos de verlo
ridículo lo vemos muy carismático y divertido, es parte de ser Bond.
Pero no se
desanime, no todo el malo. El Sr. Sam Mendes resultó brillante con sus escenas
de acción. Sin temor a equivocarme le puedo decir que la primera escena es lo
mejor, ¡la ciudad de México es lo mejor! Parece que no tuvo problema en
conseguir extras, pero el presupuesto se le acabó en México porque ni un alma
aparece en el resto del mundo. El zócalo parece tomado por una manifestación de
la CENTE, mientras en Roma ni un alma camina por las calles.
Spectre inicia
con un excelente plano secuencia del Agente Secreto a medio desfile del día de
muertos. ¡Me encantó! Muy bien cuidado el punto de la ciudad, ¿cuánto nos costó
eso? No sé, pero les quedó muy bien. La escena del helicóptero no le pide nada
a la del avión de Mission: Impossible. Rogue Nation, no es impecable, pero si
más espectacular. Todas las locaciones son bellísimas, aunque no se hace mucho
hincapié en los lujos, los lujos están por todos lados. Los autos casi se
limitaron a ser autos, pero a ser autos muy Bond.
Spectre es
nostálgica y técnicamente brillante.
Hoyte van Hoytema (Interestellar) se luce con la fotografía y el Sr.
Thomas Newman con la música. La película es larga y tiene partes en donde baja
mucho de ritmo. Los personajes no fueron memorables del todo pero aceptémoslo,
queremos tanto al personaje del Fleming que le perdonamos muchas cosas con tal
de mantenerlo vivo. Con Spectre tendremos más entretenimiento que intensidad,
los recuerdos valen la pena y ver las tradiciones de México en una película de
este tipo es algo para no perderse. Creo que al final estoy tan sentimental
como el Sr. Bond.
No hay comentarios:
Publicar un comentario