Rigoberto
Pérezcano
El cine mexicano no es fácil, eso de
andar buscando presupuesto entre las piedras significa un gran desgaste para
los cineastas que están al margen de los grandes presupuestos de las películas
comerciales.
A manera personal me gusta el cine
mexicano que propone, el que protesta y el que tiene una temática, digamos
valiente. Me gusta la gente que se atreve a presentar sus propuestas aunque de
antemano saben que no va a recuperar su inversión porque tendrán una
distribución restringida que resulta en un público limitado.
Carmín Tropical fue una de esas gratas
sorpresas. Un buen tema, una buena historia y una excelente fotografía. Aunque
al parecer al señor Pérezcano no le da mucho gusto que su película quede
encasillada como una “película gay”, y tendrá razón porque no lo es, creo que
no hay manera de sacarla del género LGBTI. Y no digo esto por considerarla una
película exclusiva de la comunidad homosexual, al contrario, creo que es una
película que todo el mundo debe ver. En primer lugar porque muestra una problemática
muy grave como puede ser la violencia de género y en segundo por asomar a la cultura
o comunidad Muxe.
Mabel (José Pecina) regresa a Juchitán, su pueblo natal en Oaxaca
del que alguna vez salió huyendo. El brutal asesinato de su amiga Daniela ha removido
en ella dolorosos recuerdos. Con la intención de investigar la muerte de su
amiga se reencontrará con Faraona
(Everardo Trejo) y Darina (Juan Carlos Medellin), en ese mundo muxe en donde el
travestismo es tan común y antiguo como la historia de Juchitán.
Un crimen de odio en donde los muxes
son considerados “las mejores hijas”, donde son personas muy queridas por la
comunidad y sus familias, se llena de tintes más oscuros. Pese a estos tintes,
no creo que Carmín Tropical sea un claro ejemplo del cine noir, en ese punto le
faltó un toque más dramático todavía. El clima y el sopor de un lugar se filtran
fácilmente a la película, lo que trasmite una sensación de lentitud y de muchas
ganas de tomar cerveza.
El maquillaje y la caracterización de
los personajes son excelentes, lo mismo que los detalles que se pueden apreciar
en la bien cuidada fotografía de Alejandro Cantú. Rigoberto Pérezcano ya se hizo acreedor
del premio al Mejor Largometraje en el pasado Festival Internacional de Cine de
Morelia y con el Ariel a Mejor Guion. Ahora falta que el público se dé la
oportunidad apreciar su trabajo en su paso por la cartelera comercial.
Yo que usted, no me la perdía. Carmín
Tropical tiene con qué sorprenderlo.
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