Mélanie Laurent oxigena la pantalla
Si a estas alturas usted no ha
circulado por un programa de Doce Pasos, tal vez encuentre una buena razón para
hacerlo después de ver el segundo trabajo como directora de esta muchachita
multifuncional llamada Mélanie Laurent (Inglorious Basterds, Le Concert, Aloft). Si en algún punto de la cinta se siente
identificado con alguno de los personajes, no lo dude, o es codependiente o es
gay.
Dependencia, sumisión, relaciones
destructivas, incapacidad de poner límites, baja autoestima, miedo, negación de
la realidad, conmiseración y la tiranía del bullying, todo esto reflejado a
través del humo del cigarrillo, de la brisa en la cara, del agua en los pies; de
abrazos cálidos y momentos de complicidad…del aire.
Charlène (Joséphine Japy) es una
introvertida chica de 17 años, producto de un matrimonio disfuncional entre una
madre sumisa (Isabelle Carré) y un padre violento (Radivoje Bukvic). Sarah (Lou
De Lâage) es la chica nueva en la escuela, una belleza exótica muy al estilo de
la Bardot, que camina y destila una sensualidad inocente, cosa que atrae en
extremo a Charlène. En poco tiempo Sarah detecta la fragilidad de su nueva
amiga y la utiliza a su favor.
Sin ser precisamente una película
predecible, la advertencia aparece a los pocos minutos con el recitar de una
frase de Nietzsche: “La pasión es nociva en el momento en que deviene excesiva”.
Respira ha sido comparada con La vida de Adèle del director tunecino Abdellatif Kechiche (Palma de Oro
2013), pero creo que la sombra de esa película caerá sobre cualquier película
de temática lésbica que se presente del 2013 en adelante. Sin embargo 'Respire' no es un filme abiertamente lésbico, al menos se encuentra varias rayitas más abajo
del tono de La vida de Adèle, y se aferra más a una naturalidad interpretativa
de sus protagonistas en temas de naturaleza emocional, que a rozar en lo pornográfico como su predecesora. No me espanto, es sólo
que no veo una relación clara o una influencia directa, y no es que diga que
una es mejor que la otra, sencillamente van por diferentes caminos.
Mèlanie Laurent apenas rebasa los 30
años y ya tiene una nutrida experiencia como actriz, su primer largometraje como directora no
recibió las mejores críticas, sin embargo el segundo fue visto con otros
ojos en Cannes. Yo podría decir que se le nota que se ha aplicado en la
escuela, pero no puedo dejar de lado el hecho de que se nota la influencia de
otros realizadores.
Para ir la segura se mantiene discreta, lleva la película de manera simple sin dejar de asomar su destreza visual y se aferra a retratar los pequeños detalles, lo hace tan bien que puede proyectar un ambiente de sensualidad en ellos aunque sus niñas no se quiten la ropa.
Para ir la segura se mantiene discreta, lleva la película de manera simple sin dejar de asomar su destreza visual y se aferra a retratar los pequeños detalles, lo hace tan bien que puede proyectar un ambiente de sensualidad en ellos aunque sus niñas no se quiten la ropa.
No hace falta poner mucha atención
para notar que estamos atrapados en la historia, que seguimos el lento caminar
de su cámara para dar con la ventana que nos regale un poco más de oxígeno. El guion,
del que es copartícipe, fluye de manera
espontánea, no se arriesga, pero engancha. Digamos que la sencillez de la cinta
no la dejó exenta de emociones o lejos
de sentirla personal. Nos plantea situaciones que nos llevan a pensar en
nuestras conductas, sin importar nuestra orientación sexual. ¿Qué estoy
haciendo con él/ella? ¿Qué hay con nuestra herencia emocional? Relaciones
tóxicas, enfermas, codependientes o como usted guste y mande, con bandera
multicolor, en rosa o en azul. Relaciones asfixiantes a las que nos aferramos por
amor, por compasión, o por cualquier
pretexto que se nos ocurra.
Mélanie Laurent demuestra con 'Respire' que está en ascenso como directora, tal vez en un par de años nos sorprenda
con algo espectacular. La batuta de Laurent llevó a Joséphine Japy y a Lou De Lâage a dar lo mejor de ellas (hasta
ahora). Logra retratar una realidad actual entre los adolescentes sin llenar la pantalla de Gadgets ¿cómo logró eso? Yo pensé que esos adolescentes ya no existían.
'Respire' no necesita etiquetas de género, porque subsiste
perfecto sin ellas, pero no olvide llevar anotada en un papelito la oración de la serenidad
por si acaso.
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