Qu`est-ce qu`on a fait au Bon Dieu?
Philippe de Chauveron
Llegó a México (poquito
tarde para no variar) la comedia que volvió
loca la taquilla francesa, hasta estuvo nominada en los Premios Goya como Mejor
Película Extranjera, que la verdad no creo que sea para tanto, pero bueno…estuvo.
Claude y Marie Verneuil (Christian
Clavier y Chantal Lauby) son un matrimonio católico conservador que han criado
a cuatro bellas hijas, a la cuales les dio por casarse con franceses hijos de
emigrados. Ahora sí que como dice el chiste: había una vez un judío, un musulmán
y un chino todos formando parte una familia multicultural. Claude y Marie están
al borde del colapso cuando Laure
(Élodie Fontan) la hija más joven anuncia su matrimonio con Charles Koffi (Noom
Diawara) un actor católico sí, pero de raza negra, lo que hará que toda la familia se
desquicie.
Una cosa que me llamó la
atención es que en realidad la película gira alrededor de los hombres, de hecho
ellos tienen las mejores actuaciones, las chicas muy lindas, ¡preciosas! Pero la
única que sobresale es Chantal Lauby quien está genial junto con Christian
Clavier. Yo no sé si el hecho de que los conflictos raciales fueran tratados
por los hombres lo hicieron ver fáciles de resolver, tal vez sí.
Para ser honesta, no sé cómo
lograron salir bien librados de esta película, tiene buenos actores, está
repleta de caras bonitas, es simpática sí, no para morirse de risa pero tiene
sus buenas puntadas. El tema es complicado, más en un tiempo en que la
Xenofobia no deja de ser titular en las noticias, y teniendo esas
noticias en mente es que resulta difícil reírse.
Todo el mundo sabe que el
país de la libertad no sale ileso del
tema racismo. Al día de hoy existe exclusión y rechazo, sobre todo por parte de
la clase burguesa. No todos los franceses tienen una postura abierta ante la
inmigración que les ha representado algunos problemas en el mercado laboral y una que otra crisis social. Con este
antecedente no deja de sorprenderme lo bien recibida que ha sido la película.
Se puede decir que Dios mío, ¿qué hemos hecho? Es una película “políticamente correcta”, su humor es ligero
y se mantiene por mucho lejos de la crueldad que pueden desatar estos
conflictos. Creo que eso es el secreto de su éxito, el mostrar una sociedad francesa
de apariencia abierta pero con el subconsciente lleno de prejuicios. Pudieron
mostrarse hasta ridículos que es la parte que resulta más simpática; cuando terminó la película me imaginé
lo que sería una historia parecida en México, y fue entonces cuando todo tuvo
sentido, siempre es mejor reírse de nosotros mismos que ver a los demás reírse
de nosotros.
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