Humor con acento norteño
La carta de presentación
del joven director Anwar Safa tuvo su estreno en Guadalajara en el año 2015, durante el FICG30. Aunque el estreno en salas comerciales no se ha dado, y no me explico por qué, si es una de esas películas mexicanas que resultan muy llevaderas. El público y la critica durante el festival de cine la recibió
muy complacido.
Para que se puedan dar una idea del estilo de la película, les diré que es una producción grande, respaldada por la experiencia de muy queridos actores, con un niño que te gana desde el primer momento, un guion bastante divertido, pero nada más. Tiene la frescura del director y los actores novatos, así como todas sus ganas de sobresalir.
Jeremías (Martín Castro) es un niño genio que no sabe qué quiere ser cuando sea grande, su pesimismo y frustración aumentan porque nadie en su familia es capaz de lidiar con su inteligencia y su curiosidad nata. Sus padres (Karem Momo y Paulo Galindo) están lejos de tener la misma genialidad de su hijo, bueno, en realidad nadie más parece tener la inteligencia suficiente para ayudarlo en un pequeño pueblo de Sonora. Es tan brillante que no logra encajar con nadie, no tiene amigos, la misma maestra le hace bullying, y su tío lo utiliza para ganar dinero. En su desesperación Jeremías se pone en contacto con un psicólogo (Daniel Giménez Cacho) que está trabajando en documental sobre niños genios en México.
La guionista Ana Sofía
Clerici, comentó que la idea de la película nació a partir de un programa de
televisión en donde se daba a conocer que los niños genios en México no tienen
apoyo para aprovechar su capacidad intelectual. Anwar Safa le dio razón de ser
a la película pensando en que es importante que los padres detecten a estos
niños. Tres de cada cien niños son genios en nuestro país, pero eso en vez de
resultar algo bueno para ellos, termina siendo un motivo de rechazo y de
frustración.
El tema es bueno, la
película resulta muy agradable, la elección de Martín Castro como protagónico
fue una excelente decisión, lo mismo que apoyarse en actores del tamaño de Isela
Vega. Sin duda tendrá una buena respuesta en las salas de cine, si es que finalmente se deciden a estrenarla. Cuenta con 8 nominaciones a los Premios Ariel en donde destaca: Mejor Director, Mejor Ópera Prima, Mejor Guion, Mejor Coactuación Femenina para Isela Vega y Mejor Revelación Masculina para Martín Castro.
No habrá poder humano que la salve de las críticas negativas, ¿por qué?, pues digamos que, al menos en mi caso, provoca de esas risas que duelen. Nos reímos de nuestra propia ignorancia, deficiente educación y falta de cultura, "El Jeremías" podrá tener mucho o nada que ver con la problemática de los niños superdotados en nuestro país; pero no deja de mostrar la “piedrita en el zapato” de nuestro sistema educativo. Tal vez mi percepción no es de lo mejor, pero más que sentirla un estímulo para apoyar a estos niños, la sentí sarcástica al respecto. ¿Me reí? Sí, ¡mucho! Pero al final me quedó la sensación de que no es algo para reírse, sino para avergonzarse.
No habrá poder humano que la salve de las críticas negativas, ¿por qué?, pues digamos que, al menos en mi caso, provoca de esas risas que duelen. Nos reímos de nuestra propia ignorancia, deficiente educación y falta de cultura, "El Jeremías" podrá tener mucho o nada que ver con la problemática de los niños superdotados en nuestro país; pero no deja de mostrar la “piedrita en el zapato” de nuestro sistema educativo. Tal vez mi percepción no es de lo mejor, pero más que sentirla un estímulo para apoyar a estos niños, la sentí sarcástica al respecto. ¿Me reí? Sí, ¡mucho! Pero al final me quedó la sensación de que no es algo para reírse, sino para avergonzarse.
Todo el mundo va a adorar a Martín Castro, podrá no ser muy bueno con los diálogos, pero sí con las expresiones, su carisma se impone a su actuación. La señora Isela Vega se llevó la película con una sola línea y estuvo genial. En esta ocasión Giménez Cacho y Bernal me quedaron a deber, y mucho.
"El Jeremías" es una película ligera y divertida, lo digo en serio, una buena oportunidad de ir a reír al cine con una película mexicana de humor blanco y sin albures que no cae en la ñoñez, ni en la manipulación sentimental. Recibirá sus coscorrones, de eso estoy segura, pero mientras no comiencen a alucinar con querer llevarla a los Oscares todo estará bien. La intención en el mensaje es buena, ojalá que en verdad sirva de algo para mejorar la situación de los niños genio en México.
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