Tradición Mexicana Made in China
Por palabras del mismo Marco
Polo en su libro “Los viajes de Marco Polo”, fue en China donde las vio por primera vez. Los chinos elaboraban piñatas para la
celebración del año nuevo, mismo que esta relacionado con la
agricultura por coincidir con la primavera. Así que la piñata, por lo general, tenía forma de buey, estaba rellena de semillas, se hacía con papel de
colores y los mandarines la golpeaban para que al romperse se esparcieran las
semillas. Los restos de la piñata son incinerados y la gente se lleva las cenizas a su casa para garantizar buenas cosechas. Si usted le ha dado por arriesgar su integridad al lanzarse por un dulce cuando la piñata cae, ya se podrá
imaginar lo que era la lucha por estas cenizas.
Marco Polo lleva la Piñata a
Italia, en donde se integró a las festividades de la Cuaresma, claro que para
poder hacer esto hubo que darle un sentido cristiano, porque el “ritual”
de la piñata era un acto pagano. El primer domingo de cuaresma se rompe la
piñata, que representa al demonio. Quebrar la piñata solía ser una
manera de romper con el demonio y con sus tentaciones.
En su peregrinar por Europa
la piñata llegó a España en donde se le dio el mismo significado que
en Italia. En la época de la conquista esta práctica se difundió a la Nueva España, en
donde los frailes la convirtieron en un instrumento de evangelización. Es aquí
en donde la posible existencia de un ritual parecido entre los indígenas cobra
sentido, porque su resistencia cultural ante la imposición del cristianismo
siempre fue muy fuerte, la única manera de aceptar estas costumbres era
disfrazando sus antiguas costumbres en los nuevos rituales impuestos por los conquistadores.
Se habla de un ritual similar al de romper la piñata relacionado con una celebración al dios Huitzilopochtli; otra versión señala que los mayas practicaban un juego en el cual, con los ojos vendados, intentaban romper una olla de barro llena de chocolate, suspendida por una cuerda. Transformando estos rituales fue como los indígenas se adaptaron a los valores cristianos, la piñata se convirtió en un medio para esta transición.
Se habla de un ritual similar al de romper la piñata relacionado con una celebración al dios Huitzilopochtli; otra versión señala que los mayas practicaban un juego en el cual, con los ojos vendados, intentaban romper una olla de barro llena de chocolate, suspendida por una cuerda. Transformando estos rituales fue como los indígenas se adaptaron a los valores cristianos, la piñata se convirtió en un medio para esta transición.
La piñata tradicional se
elabora con una olla de barro y se decora con papel en colores
brillantes. Cuenta con siete conos o picos que terminan dándole la forma de
una estrella. Una vez terminada se rellena con frutas y dulces para que con los ojos vendados la golpeen con un palo hasta romperla y alcanzar los tesoros que lleva dentro.
Los simbolismos que encierra la Piñata se encuentran en sus elementos decorativos:
Los simbolismos que encierra la Piñata se encuentran en sus elementos decorativos:
Colores llamativos –
Tentación
7 Conos o picos – 7 Pecados
capitales
Ojos cubiertos – Acto de fe
El palo - Fortaleza para
vencer la tentación del pecado
Dulces y fruta – Dones y
regalos celestiales
Romper la piñata simboliza
la destrucción del mal, el relleno de la piñata es símbolo del amor de Dios, porque al romper con el mal se obtienen los bienes divinos.
Esa afición de los mexicanos
por la fiesta llevó a la piñata a ser parte de otras celebraciones. Las fiestas
de cumpleaños son el mejor pretexto para romper una piñata, sus formas y
materiales son ahora muy variados. La imaginación es el límite al momento de
diseñar una piñata y los artesanos mexicanos hacen gala de su creatividad para
llevar a la piñata al estatus de “alma de la fiesta”.
En Acolman, Estado de México, se tiene una tradición de más de 400 años en la elaboración de piñatas. En el mes de diciembre se lleva a cabo la Feria de la piñata, una verbena popular que incluye concurso a la mejor, más original y más grande piñata del año.
En Acolman, Estado de México, se tiene una tradición de más de 400 años en la elaboración de piñatas. En el mes de diciembre se lleva a cabo la Feria de la piñata, una verbena popular que incluye concurso a la mejor, más original y más grande piñata del año.
En la actualidad las piñatas
también son utilizadas en muchos países de América Latina con algunas
variaciones propias de cada región, pero sin duda México es el país más
representativo de esta tradición. Niños y adultos se baten cada año por
conseguir el premio que esconde la piñata, se puede decir que no ha dejado de
ser un acto de fe, aunque no en el sentido religioso.
El ancestral coro de: "dale, dale, dale; no pierdas el tino", es un verdadero grito de guerra. La pelea por los dones que caerán del cielo al romper la piñata es a muerte, así que mucho cuidado con los tepalcates y los palazos.
El ancestral coro de: "dale, dale, dale; no pierdas el tino", es un verdadero grito de guerra. La pelea por los dones que caerán del cielo al romper la piñata es a muerte, así que mucho cuidado con los tepalcates y los palazos.
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