Casi un gigoló
(Fading Gigolo)John Turturro
Si usted pensaba que esta
era una película más de Woody Allen pues está en lo correcto, aunque en
realidad no es de Woody Allen, sino de John Turturro que es quien la dirige, la
escribe y la actúa; sin embargo no hay en ella mucho rastro de la personalidad
e Turturro al que se le conoce como “El rey del cine Indie”.
Con un elenco por demás
interesante encabezado obviamente por Woody Allen como Murray o Dan Bongo y el
mismo Turturro como Fioravante o Virgil. La historia comienza con una plática
entre un par de amigos algo mayorcitos, con problemas económicos. Murray
convence a Fioravante de dedicarse a la prostitución, formándose una imagen de
Gigoló entre mujeres de clase alta, mientras él juega el rol de su
representante.
La doctora Parker (Sharon
Stone), le comenta a Murray su inquietud por tener un trío con ella y su amiga
Selima (Sofía Vergara), por lo que Murray piensa que Fioravante es el indicado
para eso, sólo hace falta convencerlo y eso finalmente no le dará mucho
trabajo.
También aparece en escena
una joven viuda judía ortodoxa (Vanessa Paradis) y otro miembro de su comunidad
que está enamorado de ella (Liev Schreiber) quienes viven bajo las estrictas
leyes de esta comunidad.
Es muy divertido ver a un
tímido Fioravante dejarse manipular por el carismático Murray. La presencia de
tan imponentes bellezas como son Sharon Stone, que luce espectacular a sus 56
años y la bomba sexual que es Sofía Vergara les dan al par de viejos un lindo
marco, pero nada más, porque el performance no llega a estremecer precisamente
y es aquí en donde podría decir que una de estas dos parejas está sobrada, o se
abusó de la intervención de este par de divas o le faltó al rol que
desarrollaron Vanessa Paradis y Liev Schreiber. La película pudo girar alrededor
de alguna de estas dos partes, creo que las dejó a medias a las dos, algo se le
patinó a Turturro con el guión, lo que no impide que puedas disfrutar del poder
manipulador de Woody Allen.
Nunca he creído eso de que
Woody Allen sea actor, a mí me parece que no hace otra cosa que representarse a
sí mismo, y bueno, yo no tengo problema con eso porque me encanta verlo, aunque
confieso que mi amor por Allen vino de Match Point para acá. Casi un gigoló
parece escrita para él y me recuerda mucho al humor de Whatever Works, con esa
diversidad cultural por todos lados.
La música se lleva un diez, el
soundtrack es delicioso y acompaña perfecto a los momentos más chic de la película.
Turturro seguramente pensó en hacer un homenaje a Woody Allen y si en verdad
era esa su idea pues le quedó muy bien porque es precisamente Allen el que se
roba la película, así que si usted no es fan de este genio incomprendido, pues
es un hecho no la disfrutará tanto como yo. Está advertido.
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