24 sept 2014

Casi un gigoló

Casi un gigoló

(Fading Gigolo)John Turturro


 

Si usted pensaba que esta era una película más de Woody Allen pues está en lo correcto, aunque en realidad no es de Woody Allen, sino de John Turturro que es quien la dirige, la escribe y la actúa; sin embargo no hay en ella mucho rastro de la personalidad e Turturro al que se le conoce como “El rey del cine Indie”.

Con un elenco por demás interesante encabezado obviamente por Woody Allen como Murray o Dan Bongo y el mismo Turturro como Fioravante o Virgil. La historia comienza con una plática entre un par de amigos algo mayorcitos, con problemas económicos. Murray convence a Fioravante de dedicarse a la prostitución, formándose una imagen de Gigoló entre mujeres de clase alta, mientras él juega el rol de su representante.

La doctora Parker (Sharon Stone), le comenta a Murray su inquietud por tener un trío con ella y su amiga Selima (Sofía Vergara), por lo que Murray piensa que Fioravante es el indicado para eso, sólo hace falta convencerlo y eso finalmente no le dará mucho trabajo.

También aparece en escena una joven viuda judía ortodoxa (Vanessa Paradis) y otro miembro de su comunidad que está enamorado de ella (Liev Schreiber) quienes viven bajo las estrictas leyes de esta comunidad.

Es muy divertido ver a un tímido Fioravante dejarse manipular por el carismático Murray. La presencia de tan imponentes bellezas como son Sharon Stone, que luce espectacular a sus 56 años y la bomba sexual que es Sofía Vergara les dan al par de viejos un lindo marco, pero nada más, porque el performance no llega a estremecer precisamente y es aquí en donde podría decir que una de estas dos parejas está sobrada, o se abusó de la intervención de este par de divas o le faltó al rol que desarrollaron Vanessa Paradis y Liev Schreiber. La película pudo girar alrededor de alguna de estas dos partes, creo que las dejó a medias a las dos, algo se le patinó a Turturro con el guión, lo que no impide que puedas disfrutar del poder manipulador de Woody Allen.

Nunca he creído eso de que Woody Allen sea actor, a mí me parece que no hace otra cosa que representarse a sí mismo, y bueno, yo no tengo problema con eso porque me encanta verlo, aunque confieso que mi amor por Allen vino de Match Point para acá. Casi un gigoló parece escrita para él y me recuerda mucho al humor de Whatever Works, con esa diversidad cultural por todos lados.


La música se lleva un diez, el soundtrack es delicioso y acompaña perfecto a los momentos más chic de la película. Turturro seguramente pensó en hacer un homenaje a Woody Allen y si en verdad era esa su idea pues le quedó muy bien porque es precisamente Allen el que se roba la película, así que si usted no es fan de este genio incomprendido, pues es un hecho no la disfrutará tanto como yo. Está advertido. 


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