Charles Chaplin
No dejo de maravillarme con
este ciclo de películas de Charles Chaplin, con no poca vergüenza debo de reconocer
que nunca había puesto atención con tanto detalle en su obra, pero a mí
favor debo decir que en verdad se habían tardado en presentar su obra de esta
manera. Afortunadamente lo hicieron, y más gusto me da que haya sido México
quien lo hizo, las películas más representativas de Chaplin remasterizadas, y por primera vez en el cine festejando
los cien años de la primera aparición de Charlot en una película.
The Circus, una película de
1928 en la que nuevamente Chaplin dirige, actúa, produce, es el guionista y
participa con la musicalización. Ganadora del Oscar por dirección, actuación,
guión y producción, mismo que le sería negado y que más tarde intentaran
compensar con un Oscar Honorífico.
En esta aventura Charlot
(Charles Chaplin) es confundido por un carterista y en otra de sus graciosas huidas, se cuela en
un circo en donde sin proponérselo se roba el show. Ahí se enamora de una joven
(Merna Kennedy) hija del propietario del circo (Al Ernest Garcia), quien
contrata a Charlot, pero sin decirle que él es la atracción principal del
circo.
Tal vez no haga falta
contarles todas las peripecias por las que pasa Charlot, porque la receta de
Chaplin le sigue funcionando a la perfección: “Para hacer una comedia sólo
necesito una chica guapa, un parque y un policía”, lo que es realmente
sorprendente es la interacción que en esta película tiene con los animales del
circo, pasando por gato, perro, burro, tigre, león y monos, me encantaría ver
el “detrás de cámara” de estas escenas.
Hay un detalle que llama mi atención en estas películas, ya me había causado algo
de estragos en The Kid, pero esta vez me resultó más impactante. Si bien el
tiempo en que fue hecha esta película queda plasmado en la ausencia de sonido y color,
también se muestra en la presencia del uso común de la violencia hacia niños y
mujeres. Los golpes y maltratos que el dueño del circo propina a su hija me
hicieron mella en el placer de estar viendo esta cinta. No porque sea algo que
ya no existe en la actualidad, sino porque era algo normal, a nadie parecía importarle gran cosa
que se maltratara a la chica de esta manera, además de ser tratada como un
objeto, ya que el padre perdía los derechos de golpearla al momento que contraía
matrimonio, ahora el derecho de los golpes era del marido. En serio que esto
llegó a ser un “negrito en el arroz”.
Una película complicada en
la producción y sin escaparse del toque de tragedia que acompañaba a su
realizador, ya que sucedieron varios problemas y retrasos, un incendio en los
estudios, la muerte de la madre de Chaplin, un divorcio más y hasta problemas
fiscales; sin embargo, nada de esto se asoma siquiera a lo que vemos en la
última película muda de Chaplin. Toda una secuencia de carcajadas con acentos
de tragedia coloreados en una bella fotografía que representa la difícil vida
de los trabajadores de circo, la última escena es preciosa, vale por un triste
final y un nuevo comienzo. Tal parece que para Charlot la esperanza nunca
muere. ¡Que así sea!
Hola Patricia! Casualmente en la sala de la Biblioteca del Congreso, comenzó un ciclo de cine dedicado a Buster Keaton y Chaplin. Ya proyectaron El maquinista de la General y El pibe.
ResponderEliminarSaludos!, Héctor Bassi
Hola Héctor!!
EliminarQue bueno, que se está haciendo en otros países, no tienes idea de lo que he disfrutado ver a Chaplin así, en el cine y con el ambiente que se merece. El presentarlo a las nuevas generaciones hará que se siga manteniendo vigente!