El Planeta de los Simios. Confrontación

El Planeta de los Simios. Confrontación
Dawn of the Planet of the Apes

Diez años han pasado desde que César (Andy Serkis) ha dejado su hogar para buscar un lugar con los de su propia especie, no sólo se ha llevado consigo la inteligencia que Will Rodman (James Franco) ha inyectado en él, sino también lleva la carga emotiva de lo que él considera “un buen hombre” que lo ha criado como parte de su familia rodeado de amor y valores. Desgraciadamente también sabe que no todos los hombres son como el que hizo las veces de su padre. Ya conoce el odio y el maltrato.

Esa fuga masiva de chimpancés de laboratorio ahora se ha reproducido al parejo que la especie humana ha rozado la extinción, pero como mala hierba nunca muere, pues siempre por ahí quedan unos humanos con los que de plano no hay manera de acabar con ellos y siguen tercos con re-poblar el planeta y sobrevivir a la epidemia del  virus ALZ-113 creado por humanos en un laboratorio y al que los mismos humanos han llamado gripe de los simios, que supongo que es así como la evolución de la gripe porcina y aviar.

Humanos y simios se encuentran y  hasta cierto punto, hay un  justificado miedo de unos a los otros que literalmente los confronta en una guerra por el territorio y la superioridad de cada especie.

Se podría decir que es una de las películas de ciencia ficción más reales que se conocen, Matt Reeves ha hecho valer cada dólar que se ha gastado en esta película y lo ha hecho no sólo en los efectos especiales que son muy buenos, sino también en el guión y en la calidad de los actores, la cosa es que los actores que en verdad lucen son los peludos,  Andy Serkis es considerado el mejor actor de “motion capture” y este película no hace más que remarcar ese hecho, su trabajo es extraordinario así como el del resto de la changada: Koba (Toby Kebbell), Blue eyes (Nick Thurston), Maurice (Karin Konoval) y Cornelia (Judy Greer), entre otros. Sus actuaciones dejan abajo y muy abajo a Gary Oldman, Jason Clarke, Keri Russell y Kirk Acevedo.

Simios y humanos, tan diferentes y tan parecidos, su evolución y su decadencia penden de los sentimientos que los mueven. Se nos muestra por un lado la compasión, la confianza, el amor, la tolerancia y la fraternidad como los valores con los que se puede salvar al mundo y, por otro lado, el odio, la venganza, la intolerancia, el miedo y el poder como el sinónimo de la destrucción.

No es difícil pensar en ¿qué es lo que haríamos en una situación así? Y seguramente la respuesta la darán los valores sobre los que estamos forjados.

La justificación de que en una película se gasten tantos y tantos millones de dólares son películas con historias que valen la pena y, si me piden mi opinión, los simios han conseguido lo que los autobots no pudieron. En pocas palabras estamos ante una película muy recomendable.